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Prueba SsangYong Tivoli G16 GLP: una alternativa interesante con vistas a un futuro no tan lejano

prueba SsangYong Tivoli

Volvemos con SsangYong. Como bien sabemos, la historia de la firma coreana está directamente relacionada con el desarrollo de vehículos SUV y todoterrenos. El espíritu aventurero de sus modelos y su buena relación precio-producto ha conseguido ganarse la confianza de cada vez más conductores en el mercado europeo. Pero no sólo eso, la marca perteneciente al Grupo Mahindra también ha sabido reinventarse dando un importante salto de calidad. El imparable crecimiento que ha experimentado el segmento de los crossover en la última década ha hecho que los fabricantes de automóviles de medio mundo se citen en una incansable batalla que parece no tener fin. Los de Pyeongtaek no han querido ser menos. Si echamos un vistazo a alguno de los últimos modelos de su catálogo encontramos una gama de vehículos polivalentes comandada por un nuevo lenguaje de diseño más moderno y actual cargado de interesantes mejoras relacionadas con el apartado dinámico, la seguridad y el equipamiento.

El Tivoli es la primera apuesta de SsangYong para el tan popularizado segmento B-SUV

Si buscamos nombre y apellidos al coche que lidera esta evolución tenemos que hablar del nuevo SsangYong Tivoli. Él es el protagonista de esta prueba. También se trata de la primera apuesta por parte del SsangYong para el segmento B-SUV. A día de hoy, el Tivoli compite en el mercado con modelos como el Nissan Juke, el Renault Captur, el Citroën C4 Cactus, el Kia Stonic o el Ford Ecosport.

Estamos ante un coche de buen tamaño pensado principalmente para un uso en ciudad pero que también es capaz de hacer algún pequeño y sencillo trayecto fuera del asfalto.  Nuestra unidad de pruebas se trata del SsangYong Tivoli G16 GLP con el acabado Limited, el grado de equipamiento más alto de la gama. La variante GLP cuenta con un sistema bi-fuel que permite al conductor elegir el tipo de combustible (gasolina o gas licuado de petróleo) con el que alimentar al motor. A lo largo de la prueba hablaremos sobre las ventajas y desventajas que a día de hoy ofrece esta opción. Teniendo en cuenta los 2.000 euros de descuento promocional que ofrece SsangYong, el coche está tasado en 22.125 euros. El precio incluye varios extras que podemos añadir desde el configurador de la marca. Nos ponemos en marcha para analizar todos los detalles de este crossover de tamaño compacto. Aquí os dejamos la ficha oficial con el desglose de todos los datos de nuestra unidad de pruebas.

Diseño exterior

A nivel estético, el SsangYong Tivoli es el fruto de la adquisición de la marca por parte del Grupo Mahindra. Se presenta como la nueva cara del fabricante con mayor tradición del sector automovilístico coreano. Le siguen otros modelos como el XLV, el Korando, el Rodius o el Rexton. En líneas generales y como denominador común a todos estas nuevas apuestas encontramos vehículos que denotan un aire fresco, moderno, juvenil enfocado al mercado europeo.

Con 4,20 metros de largo, 1,79 metros de ancho y 1,60 metros de largo el SsangYong Tivoli presenta una de las carrocerías más grandes de su segmento

El Tivoli es un vehículo que por sus medidas encaja dentro del tan popularizado segmento B-SUV. Sus cotas son de 4,20 metros de largo, 1,79 metros de ancho, 1,60 metros de alto y ofrece una batalla de 2,60 metros. La altura libre sobre suelo es de 16,7 cm. Si lo comparamos con sus competidores, el Tivoli ofrece una de las carrocerías de mayor tamaño. Como veremos más adelante, esto se traduce en una envidiable habitabilidad en su interior.

La imagen exterior del Tivoli es bastante innovadora. Encontramos un coche con personalidad propia que llama la atención y que representa el presente y el futuro de la marca. El trabajo de SsangYong sobre el apartado estético es un hecho objetivo. El frontal es lo que más nos llama la atención. Su mirada es imponente y está presidida por unos grupos ópticos de nueva factura con luces diurnas LED. Bajo su estrecha parrilla encontramos una rejilla en negro contraste que otorga un aspecto más campero a la mirada del Tivoli. A ambos lados unos generosos faros antiniebla y en el centro el logo del fabricante sobre una franja acabada en negro piano. El capó horizontal también fortalece el carácter del coche.

Bajo el paraguas del Grupo Mahindra, SsangYong estrena un nuevo lenguaje de diseño que ofrece una imagen fresca, moderna y robusta en toda su línea

Desde la vista lateral el Tivoli muestra una imagen de coche robusto con líneas cuadriculadas. Destacan unos generosos pasos de rueda, especialmente el trasero que además presenta una nervadura muy marcada sobre el pilar C. También podemos apreciar unas bonitas llantas de 18 pulgadas en negro brillo que vienen montadas sobre un juego de neumáticos Kumho de medida 215/45. De entre las siete tonalidades diferentes que el fabricante propone, nuestra unidad de pruebas luce el color Silent Silver con el techo en negro que tiene un coste de 390 euros. El negro también está presente en diferentes zonas del conjunto como los pilares A, los pasos de rueda, los paragolpes delantero y trasero y los espejos. Una fina línea cromada decorativa recorre la parte baja de las ventanillas laterales y el parabrisas frontal del coche.

En la zaga, lo más destacable es el tamaño del portón trasero. En la parte superior un spoiler en color negro que integra la tercera luz de freno. Los pilotos traseros tienen un diseño muy peculiar que se extiende por el lateral del coche y cuentan con luces led de posición y frenado. Uno de los puntos a favor del Tivoli está relacionado con la personalización de los acabados. La oferta incluye un amplio abanico de posibilidades que permite establecer hasta 66 combinaciones diferentes.

Diseño interior y equipamiento

El interior del Tivoli, al igual que ocurre con el resto de la gama de SsangYong, se caracteriza por el amplio espacio disponible para el conductor y sus acompañantes. Si hablamos de habitabilidad, el SUV coreano está por encima de la media de su segmento. El diseño es sencillo, si bien es cierto que es bastante más moderno de lo que estábamos acostumbrados.

Como viene siendo habitual con el resto de sus hermanos, el Tivoli destaca por el amplio espacio interior que ofrece para el conductor y sus acompañantes

Tras el volante la posición de conducción es elevada lo cual nos da sensación de control. El acceso, teniendo en cuenta la altura del coche, es confortable. De puertas para adentro tenemos la sensación de que las ventanillas se encuentran demasiado altas, lo cual tiene que ver con la elevada línea de cintura del coche. Si a esto le sumamos unos pilares A y C bastante anchos y una luna trasera no muy generosa la visibilidad tiende a verse algo comprometida. El mullido de los asientos delanteros nos permitirá realizar largos trayectos cómodamente aunque en ocasiones se echa en falta algo más de agarre para la espalda. Las plazas del conductor y acompañante son regulables en altura y profundidad. En posición central encontramos un práctico reposabrazos con una pequeña guantera muy útil en la que poder guardar la cartera, el teléfono móvil o las llaves de casa. Al tratarse del acabado más alto de la gama, echamos de menos las plazas calefactadas. Cuando probamos el nuevo SsangYong Korando con el mismo acabado sí las incluía.

Pero quiénes disfrutarán de los viajes serán los pasajeros de las plazas traseras. En este sentido, SsangYong es un especialista en aprovechar el espacio y el Tivoli es una de las mejores referencias de su segmento. Los pasajeros podrán viajar sin necesidad de encoger las piernas. Además, el espacio libre sobre la cabeza es generoso, por lo que usuarios que superen los 1,85 metros de altura no tendrán problema para acomodarse la segunda fila. El túnel de transmisión, a pesar de no estar tan rebajado como el del nuevo SsangYong Korando, queda bien enrasado, algo que sin duda agradecerá el pasajero que viaje en la plaza central. En contra, el respaldo de esta plaza puede resultar algo duro ya que esconde un reposabrazos abatible. Algo peculiar y que también me ha llamado especialmente la atención son las gomas que hay en los respaldos de las plazas delanteras. No me terminan de convencer. Sobre todo porque se pueden quitar y perder fácilmente. Quizás hubiese sido más acertado optar por los clásicos revisteros. La banqueta trasera puede abatirse en proporción 60:40 y cuenta con iluminación y anclajes Isofix para asegurar las sillas infantiles. Lo único que echamos en falta son los aireadores traseros que si están presentes en otros modelos de su segmento.

El salpicadero presenta un diseño simétrico y funcional. Encontramos una combinación de plásticos duros y blandos que, en general, vienen bastante bien ajustados. Salvo al manejar los mandos que accionan los elevalunas eléctricos, no se perciben ruidos extraños. El volante multifunción, ligeramente achatado en su parte inferior, viene forrado en cuero y presenta una línea gruesa. El tacto es muy bueno y como no podía ser de otra forma es regulable en altura aunque no en profundidad. Puede darnos la impresión de ser demasiado grande pero en el día a día nos permite maniobrar cómodamente. Desde el mismo podemos gestionar el control de crucero, el sistema de sonido y el manos libres. A la izquierda del volante encontramos un botón para desactivar el control de estabilidad.

El cuadro de instrumentos incluye una pequeña pantalla LCD multi-información central que nos mantendrá al día del estado de la presión de los neumáticos, la temperatura exterior, la autonomía y el desglose de datos del viaje. Su lectura es clara y está bien resuelto, además incluye la posibilidad de configurar la retroiluminación de fondo de las esferas analógicas hasta en seis combinaciones diferentes.

La consola central, en negro piano, está fabricada en plástico duro. Si bien es un material poco agradecido al tacto y bastante sucio, su diseño resulta más atractivo frente lo que hasta el momento encontrábamos en otros modelos de la marca. La parte superior está presidida por una pantalla táctil de siete pulgadas desde la que podemos manejar el sistema de infoentretenimiento. Nuestro Tivoli contaba además con un navegador GPS desarrollado por Sygic. El panel multimedia incluye cámara de visión trasera, dos tomas de conexión USB, Bluetooth y una pequeña ranura para tarjetas micro SD. Si queremos utilizar esta última opción nos veremos obligados a olvidarnos del navegador ya que su funcionalidad requiere que la tarjeta con el software esté introducida. Por otro lado, al igual que señalamos en la prueba del Korando, SsangYong debería mejorar la respuesta táctil de la pantalla y buscar soluciones más claras e intuitivas a la hora de navegar por los diferentes menús.

Bajo el sistema de infotainment encontramos un completo climatizador bizona automático con función de memoria. Lo que para mi gusto no está tan bien resuelto son los mandos de control del panel de instrumentos y de la dureza del volante. El hecho de que estén situados en el mismo área que el climatizador y más cerca de la posición del acompañante que del conductor no tiene sentido. Lo lógico hubiese sido disponer estos controles sobre el volante o las palancas que hay tras él. Independientemente del acabado elegido, el SsangYong Tivoli también ofrece sensor de luces y lluvia.

El maletero de un SsangYong Tivoli convencional ofrece una capacidad de carga de 423 litros. Sin embargo y al tratarse nuestra unidad de la versión GLP veremos reducido este espacio hasta los 327 litros de almacenaje. Tendremos que sacrificar algo más de 100 litros de capacidad para poder albergar el depósito de GLP que va instalado en el mismo hueco que iría la rueda de repuesto. En su lugar, SsangYong ofrece un kit repara pinchazos. La capacidad por lo tanto se ve bastante mermada aunque ofrece espacio suficiente para guardar un par de maletas. Comparándolo con los SUV de segmento B de su competencia con opción GLP, el SsangYong Tivoli quedaría en la zona baja de la tabla. Algunas alternativas serían el Opel Mokka X 1.4 Turbo 2WD GLP con 356 litros de capacidad, el Dacia Duster 1.6 114 CV Essential GLP con 445 litros de capacidad, el Fiat 500X GLP con 350 litros de capacidad o el nuevo Opel Crossland X GLP con 410 litros de capacidad. No obstante, al abatir las banquetas traseras del Tivoli se consigue una superficie de carga de 862 litros.

Al abrir el portón descubrimos que la boca de carga queda bastante alta y es algo estrecha. Si abatimos la banca trasera conseguiremos una capacidad de carga de 862 litros. Sin embargo, las formas irregulares de los laterales nos limitarán algo el espacio de carga. Un punto positivo es que como contamos con la bandeja adaptable para el doble fondo podemos disponer de una base de carga bien enrasada. En el maletero también podemos encontrar una práctica toma de 12 voltios. 

El equipamiento, al igual que en el resto de la gama, está relacionado con tres líneas de acabado disponibles: Line, Premium y Limited. Sin duda, el último es el más interesante por incluir el nuevo sistema de seguridad activa de SsangYong (SASS). La firma coreana introduce por primera vez en su flota este tipo de asistencias y lo hace en el Tivoli y el XLV. Además, se trata de un factor diferenciador propio de segmentos superiores. A través de una cámara situada sobre el parabrisas y la gestión de la unidad de control, nuestro SsangYong Tivoli se convierte en un vehículo muy seguro que nos protegerá de posibles imprevistos en la carretera.

El paquete está formado por seis funcionalidades que hemos podido probar y de los que hablaremos a continuación. Los dos primeros serían el FCW o Advertencia de riesgo de colisión frontal y AEBS o Sistema de frenada de emergencia autónoma. El primero es un aviso sonoro que se activará si detecta la presencia de peatones frente al coche entre 8 y 70 km/h. En el caso de tener algún vehículo delante hará lo mismo entre 8 y 180 km/h. El AEBS complementa al primero y es la frenada de emergencia. Actúa entre 8 y 60 km/h y deja de funcionar cuando el conductor gira el volante más de 30 grados o levanta el pedal del acelerador un 30%. El LDWS o Advertencia de salida de carril funciona a partir de 60 km/h y nos señala de manera acústica que estamos abandonando el carril por el que circulamos. Esta función entra en acción cuando nos salimos del carril sin accionar los intermitentes. El LKAS o Sistema de permanencia en el carril va un paso más allá y de manera autónoma corrige la trayectoria de la dirección durante un tiempo de 10 segundos. Pasado este tiempo y hasta los 15 segundos continúa actuando mientras emite un sonido que nos advierte de que agarremos de nuevo el volante. Pasado este tiempo, el LKAS deja de actuar.

Uno de los puntos más interesantes y que diferencia al nuevo SsangYong Tivoli de su competencia tiene que ver con el nuevo sistema de seguridad activa de la firma coreana

Otro sistema es el HBAS o Asistente de luz de carretera que controla de forma automática la luz de carretera cambiando de cortas a largas en función de las condiciones de la vía. Esta función se activa cuando rodamos por encima de los 35 km/h. Por último, el TSR o Sistema de reconocimiento de señales de tráfico. Este sistema, a través de la cámara frontal, reconoce las señales de límite de velocidad de la vía, la prohibición de adelantamiento y el fin de prohibiciones y las muestra durante 5 segundos en la pantalla central del panel de instrumentos. Esta información será captada a velocidades de entre 10 y 130 km/h.

En función de la motorización y el acabado escogido la lista de precios del SsangYong Tivoli queda de la siguiente manera:

Precios Tivoli

Si echamos un ojo al mercado y buscamos algunos modelos con un nivel equipamiento similar al que monta nuestra unidad encontramos las siguientes alternativas:

  • Dacia Sandero Stepway Tce 90 CV GLP desde 11.557 euros.
  • Opel Crossland X Selective 1.2 81 CV GLP desde 15.900 euros.
  • Opel Mokka X Selective 1.4 Turbo 140 CV GLP desde 17.800 euros.
  • Fiat 500X Cross Look 1.4 T-BIFUEL 120 CV GLP desde 24.230 euros.

Motor

En el apartado de la motorización es donde más tenemos que pararnos a hablar. Como señalamos al comienzo de la prueba nuestro SsangYong Tivoli monta bajo el capó un motor de gasolina atmosférico de 1.6 centímetros cúbicos de cilindrada adaptado al uso con GLP. Este bloque es capaz de desarrollar una potencia 128 CV y un par máximo de 160 Nm a 4.600 rpm. Si escogemos este motor adaptado la única opción disponible es la tracción delantera asociada a una caja manual de seis relaciones. SsangYong no se pronuncia sobre la cifra de aceleración del SUV coreano; si lo hace sobre su velocidad máxima fijada en 181 km/h.

Más allá del sobrecoste que tiene la variante GLP, hemos de tener en cuenta los importantes beneficios económicos y medioambientales que ofrece esta motorización

En marcha, las diferencias entre funcionar con un sistema u otro son poco apreciables. El motor es silencioso -aún más cuando nos servimos del GLP- y ofrece una respuesta suave y progresiva. Aún así el interior del coche está correctamente aislado lo que hace que las vibraciones percibidas sean mínimas.

El GLP, autogás o gas licuado de petróleo es una mezcla de propano y butano comprimido hasta tal punto que se vuelve líquido. Estos gases se encuentran disueltos en petróleo y se obtienen durante el refinado del mismo. Se almacena a presión y gracias a ello se puede llevar en un depósito relativamente pequeño. De entre sus diferentes usos, el GLP puede ser utilizado como carburante para vehículos. Este combustible se convierte por tanto en una alternativa real al diésel y la gasolina. La red de estaciones de servicio con GLP no ha dejado de crecer en los últimos años y en nuestro país ya hay registradas más de 500 gasolineras que cuentan con surtidores con este tipo de carburante.

Actualmente existen más de 500 gasolineras en nuestro país que cuentan con GLP

Por otro lado, los propietarios de vehículos adaptados a GLP, en función del ayuntamiento y comunidades autónomas, pueden beneficiarse de interesante ventajas fiscales. Estos beneficios están relacionados con la exención de pago del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica, el uso libre del carril BUS VAO, entrada permitida en zonas de tráfico restringido, las tasas de peajes o las tarifas de los parquímetros. Además, el GLP es bastante más limpio y respetuoso con el medioambiente que la gasolina y el diésel. Esto hace que la DGT premie a este tipo de vehículos con el distintivo azul y verde. Si tenemos en cuenta la actual situación de restricción al tráfico por alta contaminación que atraviesan algunas ciudades como Madrid, la elección de este tipo de coches es todo un acierto.

El GLP tiene un precio medio en nuestro país de 0,65 euros por litro. Más allá de nuestras fronteras y dentro de la Unión Europea este precio se mantiene. Esto tiene que ver por la congelación por parte de la UE hasta 2023 de los impuestos de hidrocarburos ligados a este combustible. Después de conocer todo esto los únicos contras que podríamos señalar si optamos por comprar un vehículo nuevo adaptado a GLP son el sobrecoste del precio de compra por la instalación del sistema, las aún pocas estaciones de repostaje o una mínima pérdida prestacional del motor en determinadas ocasiones de las que luego hablaremos. Por lo demás, quién compre ahora un coche de este tipo amortizará en unos pocos años su sobrecoste sin problemas.

prueba SsangYong Tivoli

SsangYong lleva tiempo apostando por este tipo de carburante y el nuevo Tivoli no podía dejar de ofrecer esta opción. Se trata de una adaptación que se hace en España por parte del especialista Ferrosite, con equipamiento de la empresa BRC. En el momento del arranque el coche siempre se servirá del depósito de gasolina pero una vez se alcance la temperatura adecuada, el conductor podrá elegir el tipo de combustible con el que desea circular. El procedimiento es bastante sencillo. En el interior y a la derecha de la palanca de cambios se encuentra un botón encargado de activar el funcionamiento del GLP. Si lo pulsamos emite un ligero pitido que nos avisa del cambio de gasolina a gas y un indicador de cuatro puntos verdes que informa sobre el nivel del depósito.

Comportamiento dinámico

Después de recorrer cerca de mil kilómetros a bordo del SsangYong Tivoli G16 GLP hemos de decir que en líneas generales es un coche agradable y fácil de conducir. Sus prestaciones lo convierten en un coche racional y bastante lógico. Si lo que buscamos es deportividad tendremos que invertir bastante más dinero en un SUV Premium. Si bien el Tivoli no llega a ser el mejor en nada, cumple bien en todos los apartados.

Sin llegar a ser el mejor de su segmento en ningún apartado, el Tivoli es un coche práctico y fácil de conducir que ofrece una inmejorable relación precio-producto

La prueba transcurrió en su mayoría por terreno urbano aunque también aprovechamos para hacer algún que otro desplazamiento largo por carretera y varios tramos de montaña. No debemos olvidar que estamos ante un todocamino urbano. Las dimensiones y el peso del coche influyen directamente en su comportamiento. Los 4,20 metros de longitud hacen del Tivoli un vehículo bastante grande. Estas medidas, como ya hemos visto, juegan en favor de la habitabilidad del modelo pero le penalizan a la hora de callejear por la gran ciudad. Para contrarrestar ese efecto, SsangYong ha instalado en el Tivoli una dirección asistida eléctrica que cuenta con tres programas de dureza: Confort, Normal y Sport. Para mi gusto los niveles Confort y Normal ofrecen una asistencia demasiado artificial que no llega a transmitir de manera precisa la situación de las ruedas. No obstante, estas dos elecciones juegan a favor de la maniobrabilidad del vehículo y se aprovechan muy bien sobre el terreno urbano. El modo Sport endurece ligeramente el tacto la dirección y es el más adecuado para circular por carretera o tramos sinuosos.

El bloque es algo perezoso y toma su tiempo hasta lograr llegar a la zona alta. También echamos en falta algo más de par en las recuperaciones. Esto nos obligará a tener que jugar con el cambio para poder encontrar esos 128 CV de potencia. El pedal del acelerador tiene un tacto bastante sensible al inicio de su recorrido por lo que requiere cierto tiempo para acostumbrarnos a él. Lo mismo ocurre con el del freno. Nada más pisar encontramos una respuesta contundente. Encontramos discos de freno sobre las cuatro ruedas, siendo ventilados los delanteros.

Para encontrar los 128 CV de potencia del bloque atmosférico del Tivoli tendremos que acostumbrarnos al tacto del cambio y jugar en la zona alta del cuentarrevoluciones

Para arañar los consumos, la firma coreana monta una caja de cambios de seis relaciones en el Tivoli. Su comportamiento es bueno, las marchas están bien escalonadas y entran correctamente aunque quizás la maniobra que debemos hacer para meter la quinta y la sexta marcha es algo exagerada. La distancia de recorrido entre la tercera y cuarta marcha y la quinta y sexta es muy grande. Esto puede dar lugar a equivocaciones.

La suspensión es bastante firme, filtra bien el balanceo de la carrocería y mantiene en todo momento una buena estabilidad aunque en determinadas ocasiones puede parecer un poco seca. Sobre el eje delantero es de tipo McPherson con barra estabilizadora y de eje torsional sobre el tren trasero. El Tivoli, principalmente por su altura libre sobre el suelo, puede hacer alguna pequeña y sencilla escapada más allá del terreno asfaltado. Sin embargo, es un coche que no ha sido pensado para un uso campero, al menos en esta variante. Para ello deberemos optar por la versión con tracción a la cuatro ruedas o buscar otros modelos del catálogo de la firma coreana.

Si combinamos los 53 litros del depósito de gasolina con los 47 litros que ofrece el tanque de GLP del Tivoli podremos recorrer hasta 1.200 kilómetros sin tener que preocuparnos de parar a repostar

Por último hablaremos de uno de los puntos más interesantes del SsangYong Tivoli GLP: el consumo. Realizando una conducción tranquila el Tivoli ofrece un consumo mixto de en torno a los 7,5 litros si circulamos con gasolina. Si rodamos con GLP, el gasto asciende hasta los 9,5 litros. Sin embargo, debemos tener en cuenta que el precio medio de este tipo de combustible es de 0,65 céntimos de euro por litro. Esto supone un ahorro económico de en torno al 35-40%. Cinco euros de GLP nos serán suficientes para recorrer 100 kilómetros. El depósito de GLP de 53 litros de capacidad ofrece una autonomía de 320 kilómetros. Si a esto le sumamos los 47 litros del tanque de gasolina tendremos un total 100 litros entre ambos carburantes que nos permitirán recorrer con el Tivoli GLP cerca de 1.200 kilómetros sin tener que parar a repostar.

Según SsangYong el ahorro en comparación con la gasolina es de 3,5 euros cada 100 kilómetros y de 1,5 euros respecto al diésel. La versión de gasolina adaptada para funcionar con GLP tienen un sobrecoste de 1.750 euros. Para poder amortizar esto necesitaremos hacer unos 45.000 kilómetros, 25.000 si lo comparamos con la versión diésel. Al no haber probado esta última variante no podemos entrar a comparar ambas opciones. Sin embargo podemos afirmar que la variante de gasolina adaptada a GLP resulta muy interesante para quienes vayan a hacer muchos recorridos urbanos, tengan surtidores de este tipo de combustible cerca de casa y, en cierto modo, pretendan olvidarse de repostar gasolina.

Conclusiones

Estamos ante el modelo más demandado de SsangYong. Si nos olvidamos de algunos de los extras opcionales que equipa nuestra unidad de pruebas, podemos comprar un SsangYong Tivoli G16 GLP con acabado Limited por menos de 20.000 euros. Por este precio no encontramos ninguna otra referencia en el segmento B-SUV que ofrezca todo el equipamiento que monta nuestra unidad. Esto lo convierte un producto incontestable en cuanto a relación equipamiento-precio.

prueba SsangYong Tivoli

 

¿Por qué comprar la variante GLP? Si buscas un crossover económico para hacer muchos desplazamientos urbanos, no necesitas un motor de altas prestaciones y tienes la suerte de poder repostar este tipo de combustible cerca de casa, el Tivoli GLP es una opción más que interesante. Presenta el diseño más trabajado de la firma coreana y sin duda llamará la atención en tu vecindario. Además, como ya hemos señalado en la prueba, optar por un vehículo de estas características conlleva importantes ventajas fiscales. Eso sí, deberás tener en cuenta que la capacidad de carga del maletero es bastante limitada. Si esto no te preocupa, adelante.

En Planeta del Motor: Prueba SsangYong Korando D22T 4×4 Limited, equipamiento y confort con una relación calidad-precio más que interesante | Prueba Bentley Bentayga Diesel, con toda la lógica del mundo

Sobre el Autor

Javier Jiménez

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