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Prueba: Opel ADAM 1.0 T. Una caja de sorpresas

Esta pasada semana conté con la simpática compañía del Opel ADAM. Este pequeñín y atractivo utilitario hereda su nombre del señor Adam Opel, fundador de la marca. A causa de ello y al mismo tiempo por consecuencia, aunque es el coche pequeño de la gama, en él hay centrados muchos esfuerzos. Es digamos, el niño mimado de la marca. Se presentó en 2012, coqueteando con las nuevas líneas de Opel, haciendo de profeta de lo que ahora nos encontramos en la marca de Rüsselsheim. Subirse a bordo del ADAM y conducirlo es como abrir una caja de sorpresas; sus detalles en el diseño, su equipamiento, ¡su motor!… Así que creo que tengo mucho que contarte.

Desde que se estrenó el Opel ADAM en el mercado, siempre se ha hablado de él como un producto enfocado al público femenino; no compartiré esta opinión.Opel ADAM-88 (Large) Puede que incluso este estereotipo que se creó fuese el culpable del lanzamiento de la versión Rock, un ADAM más robusto y de aspecto bruto.

Es cierto que el ADAM es un coche que Opel definió como chic y fashion y que por aspecto y su increíble capacidad de personalización haya sido un coche (y lo dicen las estadísticas) más adquirido por mujeres. Sí, no cabe lugar a dudas de que es un coche que llama más la atención al público femenino.
Sin embargo, es precisamente eso, la amplia capacidad de combinación de colores, acabados, llantas, etc. Lo que hace que con este coche no se deba distinguir entre géneros.

Con las circunstancias europeas de estos últimos años, Opel vio una puerta abierta para cubrir su vacío en los microurbanos y lo hizo tirando la casa por la ventana. Con esta apuesta buscó, y consiguió, posicionarse por encima de muchos rivales que ya contaban con más de una generación a sus espaldas en el segmento, y hacer sombra directamente a otros, como es el FIAT 500.

Como te he dicho, no es un modelo nuevo, llegó al mercado en enero de 2013, pero aún así sigue provocando algunas tortícolis al circular por la calle. Es muy difícil ver dos ADAM iguales y también es muy difícil no girar el cuello cuando ves uno tan bien personalizado y tan resultón como este que pasó por Planeta del Motor.

Sí es nueva la mecánica que porta en su interior y será la culpable de muchas de mis sonrisas a lo largo de la semana.

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Diseño exterior

Captando miradas

El diseño exterior es espléndido, está francamente bien ejecutado. Las ópticas delanteras están situadas muy arriba, ocupando parte del pequeño capó, de manera que reservan para la parrilla y los intermitentes un sitio exclusivo. El capó parece simple pero en él se esboza un nervio muy disimulado, pero importante, que lo cruza por su eje de simetría, y busca eso, recalcar la agradable simetría de la que goza el ADAM. Las luces crean a cada lado del capó un pliegue que las escolta y las acomoda, y que se extiende hasta el pilar A.

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Se da claramente preferencia a la parrilla, que se adorna con ese simpático bigote totalmente personalizable. En nuestro caso, blanco al igual que el techo y los retrovisores. Integrados en la forma que genera la parrilla sobre el morro, encontramos a los intermitentes flanqueando a esta. Estas ópticas circulares son en parte las responsables del aspecto tan desenfadado del ADAM y sin duda firman la seña de identidad de este utilitario.

Como diurnas, integradas en el grupo óptico principal y de tecnología LED, encontramos uno de los signos de identidad actuales de la marca del rayo, que son esas líneas y formas angulosas que recuerdan a la forma de un boomerang.

La matrícula se asienta entre dos pequeñas tomas de aire y sobre parte de plástico negro, que junto con los pliegues que encontramos en la zona inferior hace que no sea necesario un faldón para que el ADAM cuente con una cara deportiva. Aún así podremos incluir en nuestro ADAM un paquete que incluye faldones. 

Sobre el perfil de 3.69 metros del ADAM hay mucho trabajo de diseño. Al igual que ocurre en el frontal, el musculo de la parte inferior hace que sin necesidad de taloneras el ADAM luzca un aspecto muy sport. Nos damos cuenta de que está ligeramente inclinado hacia delante, disfrutando así de un aspecto muy dinámico.

Se ha buscado dar al techo la cualidad de parecer flotante. En las posibles personalizaciones, la base de los pilares A y C irán en un tono negro, fundiéndose con todas las lunas del coche, de este modo parece que el techo flota y no toca la carrocería, suspendido por la línea cromada.

La forma que se crea partiendo del tirador de la puerta es muy interesante, nos lleva relajadamente por un lado hacia el paso de rueda trasero y por otro hacia la parte de detrás. Además proporciona más dinamismo aún al diseño y concede un juego fantástico con la luz incidente al combinarse con el músculo de la puerta.

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En la parte trasera se repite el mismo esquema y encontramos por un lado un grupo de luces principal y por otro, de nuevo de forma circular, a la luz antiniebla y la de marcha atrás. Las líneas que llegan desde los tiradores de las puertas crean un pequeño escalón por debajo de la luna trasera y de nuevo aparece el suave nervio que divide el coche en dos.

El diseño está minuciosamente cuidado y los detalles abundan, y es cuanto más lo voy conociendo cuando más me voy sorprendiendo

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Las llantas son dignas de mención. Su diseño, junto con la ligera inclinación hacia delante del coche, potencia aún más el aspecto tan dinámico que nos presenta el ADAM. De serie con el acabado SLAM tendremos unas de 17 pulgadas que tampoco se quedan atrás, y podremos montar estas de 18» por 925 euros. Los radios, en este caso blancos, son personalizables.

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Tanto la pintura de la carrocería como la del techo cuentan con muchas opciones de colores con los que jugar, además se puede recurrir a diferentes motivos que incluyen vinilos para hacer de tu ADAM un coche más exclusivo aún.

Diseño interior

El gran poder de los pequeños detalles

Interior y exterior guardan una armonía que pasa desapercibida a primera vista pero que hace que el diseño del coche en su conjunto sea caprichoso. Si prestamos atención a algunos detalles, nos daremos cuenta, y es cuando nos gustará aún más este pequeño utilitario. Desde la curva que forma la puerta en su exterior; que casa perfectamente con las molduras interiores, hasta (parecerá una tontería) la forma geométrica del pulsador del freno de mano que evoca a las nuevas líneas de la gama Opel.

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Al igual que el exterior, el interior juega en otra liga. El ADAM está por encima de muchos de sus competidores como hemos visto y gracias a su interior se consolida más todavía. Aún en estos tiempos que corren muchos integrantes del segmento A siguen incluyendo acabados un tanto espartanos. En el ADAM la calidad se respira y se toca, y solo con abrir la puerta nos damos cuenta de que vamos a acceder a un habítaculo soberbio, y por supuesto, distinguido. Se pone cara a cara con el FIAT 500, dejando atrás a otros como el Ford Ka, el Citroën C1 o el Hyundai i10.

El ADAM es un producto mimado y cuyos detalles se han cuidado hasta límites insospechados, algo que otras marcas no acostumbran a hacer con sus modelos del segmento

Predominan plásticos blandos y el uso de cuero rematado con impecables costuras. La parte superior del salpicadero está tapizada en un plástico muy agradable al tacto. Únicamente tendremos uso de plásticos duros en las zonas comunes de más uso para sobrellevar el castigo del día a día: puertas, la zona del túnel central, etc. Como protagonista encontramos la moldura que cruza todo el salpicadero y abraza a las salidas centrales de aire circulares, en este caso azul, pero que podremos configurar en otros colores para dotar de personalidad propia a nuestro ADAM. Esta moldura queda realmente bien con todo el conjunto y terminar de aderezar nuestra personalización haciendo juego con las puertas.

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El pilar A en la zona baja se ensancha bastante, sin embargo no es molesto ni entorpece la visión a la hora de conducir.

Los ajustes de todos los botones son buenos, el tacto y la pulsación es realmente agradable. Opel ADAM-79 (Large)La ausencia de tolerancias no es solo apreciable en los botones, también en la palanca de cambio. Los ajustes de la palanca son precisos y cambiar de marcha me supuso un gesto muy placentero.

Tiene un tacto duro y los recorridos son cortos, un movimiento muy sport. Los recorridos son tan cortos que a veces tuve problemas, sobretodo con las marchas pares. Al reducir a segunda, por la posición, da la sensación de que se ha quedado en punto muerto ya que hay muy poca distancia longitudinal y transversal entre la tercera y la segunda. Dejando esta pequeña pega de lado y que desaparece con la costumbre, me han gustado mucho las sensaciones que transmite la palanca.

El volante es muy atractivo, forrado de cuero e igualmente personalizable, combina en la parte baja cuero azul y un pilar inferior dividido y con acabado plateado. Está pensado para brindar comodidad en las maniobras, presentando gran diámetro en el aro, demasiado para mi gusto. Incluso es complicado llegar al claxon.

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A ambos lados encontramos botonería; a la izquierda disponemos de la que comanda el control de crucero y el limitador de velocidad, y por otro lado, los botones para hacer uso de la multimedia y el teléfono. No existe rueda de volumen en la consola principal por lo que se echa en falta también en el volante. Las dos palancas de luces y limpiaparabrisas están muy bien posicionadas para el uso además de presentar, como ya hemos dicho, un buen ajuste en sus botones. Con la de la izquierda aparte de accionar los intermitentes y las luces de largo alcance, podremos avanzar sobre el display del ordenador de abordo que se muestra en el cuadro de instrumentos. Podemos acceder a tres menús: uno referente a los kilómetros; consumo, autonomía, etc, otro que nos indica el estado del coche; presión de los neumáticos, calidad del aceite… Y por último uno llamado ECO en el que tenemos un gráfico que mide en directo la eficiencia de nuestra conducción y nos indica el consumo instantantaneo. Echamos en falta dentro del primer menú la opción de poder combinar los datos, si queremos tener presente la autonomía, para ver el consumo medio tendremos que cambiar de submenú, al igual que con el velocímetro digital, por ejemplo.

El pedalier es cómodo, podemos elegirlo de aluminio con tachuelas de goma para evitar el resbalamiento. El ajuste y el recorrido del embrague es bueno y permite un uso con soltura cuando realizamos cambios rápidos y jugamos con él y con el acelerador. Tampoco produce fatiga cuando lo usamos durante atascos. El pedal del freno también presenta un recorrido muy bien vinculado al ejercicio que realizan las pastillas de freno. No transmiten vibraciones a los pies.

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El uso de la pantalla multimedia supone un problema durante la marcha: se encuentra situada en una posición muy baja, y aunque las pulsaciones se procesan rápidamente y la calibración es buena, tenemos que desviar la vista de la carretera para interactuar con ella.

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Las tres ruedas que sirven para comandar el sistema de aire acondicionado también quedan muy abajo y es muy difícil seleccionar los parámetros sin que perdamos atención sobre la carretera. Un punto a favor, y que soluciona esto un poco, es que la información sobre el modo de ventilación que hemos escogido: potencia del ventilador, temperatura, zona de salida, etc. Se indica instantáneamente en la pantalla.

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El habitáculo está francamente bien aislado del ruido del motor y del exterior. A pesar de ser un coche pequeño, el trabajo de aislamiento es realmente bueno. Nos daremos cuenta de este punto positivo cuando viajamos por carretera, lugar donde en este aspecto muchos utilitarios pierden puntos.

Los asientos combinan muy bien tela con cuero, y en nuestro caso estas líneas azules, que completarían una personalización a nuestro gusto. Además de tener un estilo y un diseño llamativo, los asientos son muy cómodos. A pesar de no contar con regulación lumbar, tras hacer más de 500 kilómetros seguidos no tuve que soportar ninguna molestia en la espalda. El agarre es bueno, las orejas sujetan muy bien en la zona del respaldo y para la zona inferior también tenemos una pequeñas sujeciones que cumplirán muy bien su labor. Nos encontramos con unos asientos de aire sport poco comunes en coches de este tipo pero que siempre se reciben con los brazos abiertos.
Opel ADAM-51 (Large)La colocación de los asientos, y su posibilidad de regulación en altura junto con los movimientos en altura y profundidad que permite el volante, hacen que cuando conduzcas en el ADAM puedas hacerlo desde una posición baja y experimentar sensaciones más deportivas o desde un puesto alto. En cualquiera de los casos no se penaliza la visibilidad. De por sí, la altura del habitáculo con respecto al suelo es baja. Además de la altura, la gran dimensión de las puertas hace el acceso bastante cómodo.

El espacio en las plazas traseras es muy limitado aunque el acceso no lo es tanto; claramente es un coche pensado para viajar en las delanteras, mientras que las traseras pueden ser ocupadas perfectamente por un niño o una sillita anclada en los enganches ISOFIX. Como en la mayoría de los coches de este segmento, la plaza central no existe. Los asientos son cómodos, pero por culpa del espacio la estancia no lo será tanto. Con una posición del conductor para una persona de una altura de 1,84 metros, como yo, el espacio para las piernas de detrás hace que una persona de estatura media las deba llevar aprisionadas o por el contrario abiertas sobresaliendo por los laterales, lo que hará el habitaculo mucho más incomodo si viaja otra persona en la plaza de al lado. Así mismo, la caída del techo por el pilar C hace que el espacio en altura sea también limitado para una persona como yo. En este aspecto empata mucho con otros coches como son el 500, el Volkswagen Up! o el KIA Picanto pero se queda atrás frente a otros como el Mitsubishi Space Star, el Aygo o el Twingo. De todas formas no debemos olvidar que el ADAM mide 3.698 metros, este espacio limitado es el “precio” que pagaremos por tener algo tan reducido y manejable.

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Las plazas traseras son testimoniales y nos servirán para casos aislados, algo extendido en muchos rivales del segmento

Es un coche en el que prácticamente el grueso de sus dimensiones se concentra en las plazas delanteras. Esto nos permite disponer del espacio de un coche de segmento superior en los lugares del conductor y el acompañante, y esto se agradece. A pesar de ser un coche de segmento A, hay mucho espacio lateral para las piernas; a la izquierda la puerta no estorba, a la derecha, el túnel central y la pantalla, tampoco. En un coche tan pequeño y dando tanta prioridad a las plazas delanteras es normal que ocurra esto de quedarnos sin espacio en las de detrás.

Lo malo es que con el ADAM no solo no tenemos espacio en las plazas traseras sino que el maletero también es ridículo. Nada más abrir el portón sorprende la poca capacidad que tenemos, si bien es cierto que tras la sorpresa, nos daremos cuenta de que en realidad caben más cosas de las que pensamos y se puede hacer perfectamente una compra o meter un par de bolsas de viaje. Para viajes más largos en los que precisemos de un gran volumen de equipaje solo tendremos que abatir los asientos, que lo hacen 50:50, y obtener 663 litros. Sin abatir los asientos disponemos de 170 litros de capacidad pero en nuestra unidad, que incluye un subwoofer, veremos el espacio reducido prácticamente a la mitad.

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La boca de carga está en una posición alta y no es muy ancha, al final acabaremos cargando los bultos desde arriba, la bandeja se levanta fácilmente por lo mismo.

Equipamiento

El equipamiento es generoso para un coche de estas características. La pantalla táctil multimedia de 6,95» es de serie con este acabado y nos permitirá avanzar por los menús. Tenemos la posibilidad de conectar nuestro teléfono vía bluetooth, y por otro lado reproducir audio procedente de una memoria USB o a través de una conexión Jack. El ADAM no cuenta con sistema de lectura de CD, aunque ya con los tiempos que corren es una ausencia que se hace común.

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Si cargamos archivos mediante una memoria USB también podremos ver fotos y videos en la pantalla, siempre y cuando el coche esté parado.

El icono Apps, nos lleva a las aplicaciones que Opel tiene precargadas de serie en su sistema multimedia. Eso de que están precargadas significa que tendremos que descargarnos la app correspondiente en nuestro móvil, para poder gozar de servicios como el GPS. A mí, que no tengo un móvil muy allá, esto me ha parecido sin duda un punto muy desfavorable. Me obliga a descargarme aplicaciones (algunas son de pago), depender del móvil…

Más arriba os hablaba de un subwoofer en el maletero y es que nuestra unidad incluye un sistema de sonido opcional que produce un audio de alta fidelidad. El sistema de audio Infinity, que cuesta 445 euros, cuenta con 7 altavoces junto con el subwoofer que ya hemos comentado. No sabemos cómo suena con el sistema de audio de serie pero sí te puedo decir que es una delicia como suena este, y si además te gusta llevar la música alta, no lo dudes.

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Disponemos de sensores de ángulo muerto que cumplen su función satisfactoriamente e indican de manera adecuada cuando un coche se posiciona en la zona en la cual no tenemos visión. Así como sensores de proximidad, que cubren toda la parte delantera y trasera, para realizar maniobras y aparcar.

Aparte de los extras con los que cuenta nuestra unidad, también se puede incluir otros como el asistente de aparcamiento avanzado o el FlexFix para llevar nuestra bicicleta. Luego encontraremos otros no tan útiles pero sí curiosos como son el techo estrellado opcional que nos proporcionará un interior en el que lucen estrellas en el techo… Para luego echar en falta cosas tan simples como una pequeña lámpara en la guantera.

1.0 Turbo 115 CV o por qué el downsizing no es tan malo

Anteriormente existían otras versiones menos potentes, hasta que en 2014 llegó al mercado esta que nos ocupa con una motorización novedosa que funciona realmente bien y que hace mucho más interesante a este urbanita.

Corren tiempos difíciles para los puristas y es que ha llegado la era de la eficiencia y con ella la implementación de motores pequeños, con muy poco cubicaje. Para mantener la potencia que se pierde al reducir un motor, nos encontramos con la obligación de instalar un turbo. Cada vez son más los fabricantes que requieren al downsizing y cada vez son menos los motores atmosféricos puros que nos rodean.

Sin embargo, este motor de Opel sirve de ejemplo para demostrar que este fenómeno no tiene por qué quitarnos el sueño. Cuando las cosas se hacen bien los resultados se agradecen.

Con algo menos de un litro de capacidad total en sus tres cámaras de combustión y 12 válvulas, este motor se apoya en un turbo que funciona realmente bien. Asociado a una caja manual de 6 velocidades, es capaz de alcanzar los 196 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en unos respetables 9,9 segundos.

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Para poder acceder a esta nueva motorización debemos configurar nuestro ADAM con el acabado SLAM, el más caro del catálogo. Con él, el precio parte desde los 17.040 €, y según el configurador de Opel, estamos ante el acabado “deportivo”. Deportivo porque este motor, de 115 CV con turbo, será el que mejores sensaciones nos produzca en cuanto a deportividad, sin tener en cuenta la versión S, claro está.

Como contamos con el sistema Start&Stop serán pocos los momentos en los que podamos darnos cuenta pero son perceptibles vibraciones propias del motor tricilíndrico cuando estamos al ralentí. Sin embargo los famosos tirones comunes en estas nuevas mecánicas de tres cilindros prácticamente no existen en este ECOTEC.

Si tenemos un oído afinado podremos incluso escuchar al turbo descargar, ¡mola!

Me gusta conducir algo con tanto potencial escondido, no es para nada perezoso, a diferencia de las otras mecánicas que encontramos en la gama y que se ofrecían desde el principio de la vida del ADAM. Me decían los compañeros antes de probarlo que no exagerase, y no lo hacía. Un coche así con este motor se disfruta, ¡y mucho!

La aceleración es destacable, tenemos mucho par disponible a la orden de nuestro pie derecho y se prolonga siendo constante hasta un régimen alto. Contamos con 170 Nm de par entre las 1.800 y 4.500 revoluciones para desplazar los 1.150 kg. de peso.

Comportamiento

Cuerpo urbanita, corazón viajero, sangre deportiva

Por si no te has dado cuenta ya, te aviso de que no nos encontramos ante un utilitario normal y corriente. El ADAM es un coche versátil, que no pierde cualidades sea cual sea la situación. El ADAM es capaz de proporcionarnos una mañana divertida subiendo a respirar aire fresco en la sierra, donde otros tienen que conformarse con el contaminado de la ciudad.

Las marchas son muy cortas, pensadas para una conducción eficiente de manual. Tan cortas que muchas veces notarás como te sobra alguna relación. El ADAM nos indicará constantemente cuando debemos subir de marcha para conseguir los consumos adecuados. La combinación de un motor como este 1.0 Turbo y esta caja de cambios, nos permite rodar en un amplio abanico de regímenes. Podemos cambiar al llegar a las 2.000 o estirar las marchas hasta pasadas las 5.000 sin que el pequeño se queje.

El tacto de la dirección es cuanto menos raro, cuenta con demasiada asistencia eléctrica. Aunque es precisa, sobretodo en su primer cuarto de vuelta, no es una dirección firme y que gobierne. Hay momentos en los que el tren motriz querrá dominar el volante. Incluso a veces es necesario hacer correcciones para mantener una línea recta exacta. Durante las frenadas fuertes también podremos notar como la dirección no es todo lo dominante que quisiéramos, y puede que notemos demasiados movimientos en el volante. Sin embargo, dejando a un lado este pequeño detalle, el ADAM frena muy bien en situaciones de uso acusado del pedal de freno. Se puede detener el coche con seguridad sin necesidad de que salte el ABS. Recordemos que a diferencia de muchos rivales, el ADAM cuenta con frenos de disco traseros.

El control de tracción también deja mucha libertad y su acción está muy bien dosificada, pero tranquilos porque entrará en escena ante situaciones de pérdida de tracción extrema. Eso sí, no hay opción de desactivarlo.

Las suspensiones son duras y con poco recorrido, proporcionan mucha estabilidad a este pequeño coche sin restar puntos en confort ni penalizar el comportamiento del día a día en la ciudad.

Veamos qué tal se comporta en los diferentes escenarios:

En ciudad, el coche es muy práctico. Se mueve como pez en el agua aunque es cierto que las llantas de gran tamaño penalizan a la hora de callejear por calles estrechas con bordillos y tendremos que tener cuidado. Aparcar con el ADAM es pan comido, sus dimensiones reducidas, su modo City para la dirección y sus sensores de proximidad hacen que estacionar en cualquier plaza de aparcamiento sea una operación rápida y sencilla.

Al activar el modo City notaremos un gran cambio en la dureza de la dirección, pasa a ser extremadamente suave y sin peso, tan blanda que podrás girar el volante con el dedo meñique. Personalmente la veo demasiado blanda para circular y tampoco es que sea muy necesaria, se puede aparcar fácilmente sin activarla. El radio de giro es pequeño, algo común en estos microurbanos.

Para el uso por ciudad, el sistema de Start&Stop que apaga automáticamente el coche cuando nos detenemos, será un punto muy a favor. Es desconectable pulsando el botón ECO que encontramos a un lado de la pantalla de infoentretenimiento, justo debajo del botón para activar la dirección modo City. No hay motivos para desactivarlo pues el consumo que ahorramos se nota a la larga, sobretodo en atascos. El consumo que registramos en ciudad rondó siempre los 7,5 litros cada 100 kilómetros. Es cierto que aún a mucha gente no les gustan estos sistemas pero tengo que decirte que con este motor apenas te darás cuenta de que se ha apagado, y luego el arranque es rápido y agradable, tanto en sonido como en sensaciones. No hay vibración acusada a pesar de estar tratando con un tricilíndrico.

Pese a montar unos neumáticos de perfil bajo y tener una suspensión dura, no se hace incómodo circular por adoquines o pasar por resaltos o badenes. El calado es muy bueno para proporcionar un uso versátil.

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Una vez que salimos de la urbe, en carreteras secundarias y de doble sentido el ADAM puede verse indefenso, pero para sorpresa de muchos, será todo lo contrario. Es capaz de adelantar con total seguridad y eficacia ante la mirada atónita de los camioneros. Sus 115 CV a las 5.200 rpm y su turbo soplando a partir de las 3.000 hacen de este pequeño utilitario un coche que nos aportará una total confianza para circular por vías rápidas. A veces ni siquiera es necesario reducir marcha pues tendremos potencia suficiente gracias al turbo; rodando en sexta a velocidad legal el cuentarrevoluciones estará en torno a las 3.000 por lo que solo nos hace falta pisar acelerador e invocar al turbo.

Los trayectos por carretera son cómodos para nosotros y para el ADAM. A 120 km/h este pequeño se siente relajado aunque siempre está preparado para ofrecernos potencia suficiente para enfrentarnos a cualquier situación. A pesar de su tamaño no tendremos queja de posibles balanceos, vibraciones o golpeo del viento en los trayectos. Puede que el Opel ADAM esté posicionado en el segmento de los utilitarios urbanitas pero gracias a su chasis y su motor podemos salir a carretera y hacer trayectos largos, mejorando incluso el comportamiento y el consumo en esta con respecto a coches del segmento B. En carretera el ADAM se mantiene por debajo de los 5 litros a los 100 kilómetros. Durante la semana hice muchísimos kilómetros por carretera con este utilitario y el consumo se quedó fijado en torno a los 4,7 litros. Una cifra plausible.

No podía soltar a este pequeñín sin probarlo por carreteras de montaña. En este escenario, con pendientes y curvas sinuosas, a un ritmo alto el ADAM es muy divertido y eficaz. Aquí es donde ningún rival, salvo el A1, le puede hacer sombra. Es una gozada poder disfrutar de un microurbano por carreteras así.

Notamos esa precisión de la dirección de la que hablábamos al tomar las curvas. El paso por curva es bueno, el calado y la altura de sus suspensiones junto con el gran perfil de neumático, hace que no tengamos apenas pérdida de adherencia. En las curvas cerradas ya no se muestra tan ágil, puede que sí que notemos como la dirección deja de gobernar el coche pero no llegamos a experimentar un subviraje acusado si mantenemos los límites. A veces el poco feedback de la dirección puede ocultarnos que el coche está deslizando, y el tren trasero peca de perder algo de apoyo, por lo que puede que notemos la no deseada sensación de ir suspendidos sobre el asfalto, sin agarre.

Gracias a las suspensiones y la buena puesta a punto del chasis, el balance de pesos es bueno y el ADAM no sufre de contoneo lateral aún siendo exprimido.

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Sin duda, el ADAM se comporta en cuanto a consumo. Más de 2.000 kilómetros he recorrido con este compañero de mil caras, entre ciudad, autopista y carreteras de montaña, y el consumo medio total que registró fue de 6.6 l/100km. Me parece una cifra muy buena para un coche de este segmento con estas características, y teniendo en cuenta que durante esa cantidad de kilómetros circulé a ritmos muy dispares y a veces bastante altos. Opel homologa el consumo mixto entre 4.9l y 5.1l, por lo que podemos concluir que es una cifra bastante fidedigna.

Conclusiones

Sobre el configurador, esta unidad en concreto cuesta 19.173€ según el precio actual recomendado.

Su precio es elevado para un coche de este segmento, sí, pero hay que tener en cuenta que sus rivales directos se mueven en las mismas cifras. Es cierto que el ADAM pierde muchos puntos por su espacio trasero y de maletero, pero puede ser un espacio que luego agradezcamos para aparcar o para maniobrar. En mi opinión parte del encanto de este coche es su tamaño reducido, y su plus en el precio viene por la peculiaridad y el carisma. Lo que pierde en practicidad lo gana en estética. Debemos tener en cuenta que en el precio también está incluido un motor que está a la altura de otros coches de segmentos superiores.

No es el más vendido y quizá por eso también goce de una exclusividad que otros no tienen.

Es un coche único, de los que una vez has visto tardarás en dejar de mirar. Si te gusta, lo querrás configurar a tu gusto y una vez ahí estarás perdido. El ADAM juega esa capacidad de enamorar que tiene, idóneo para gustos caprichosos.

¿Merece la pena esta motorización? Yo opino que sí, aunque es cierto que no llega a ser necesaria si buscamos adquirir este coche únicamente para movernos por la ciudad.

Si tuviese claro que el coche que busco es del segmento A, ya estaría configurando mi ADAM.

Fotografías de: Antonio Crespo Fotografía

Sobre el Autor

Rafa Rivera

A décimas de segundo de ser Ingeniero Aeroespacial. Nací en Córdoba y me crié entre un Escort y un Fiesta SuperSport. Enfadado con el mundo desde que en mi casa se compró un Ford Ka. Mi cabeza es una base de datos de coches, y solo coches, en constante actualización y estoy aquí para compartirla contigo.
Comments (6)
  • Antonio

    Como no es un coche muy grande, supongo que 115cv no irán mal, pero ¿que tal el turbo lag?, y habláis de un cambio manual de 6 velocidades, ¿se le podría asociar algún cambio automático? Como decís, si el motor 115cv parece ir bien, me pregunto ¿cómo será la versión S con esos caballos de más? Y ¿merecerá la pena el precio extra?

  • Ander Arribillaga

    He visto muy pocos por la calle (por mi zona no abundan, no sé por qué), pero a mí me gusta mucho estéticamente. De hecho, me parece mucho menos femenino que un 500 (Fiat, el Abarth ya es otra cosa). La versión S sería la que yo elegiría, pero ya sabéis que yo soy un quemado, y que no represento a la mayoría XD.

    • Rafa Rivera

      Por mi zona tampoco es habitual verlos, Ander. El 500 le saca bastante ventaja en cuanto a unidades vendidas. A mi también me gusta mucho estéticamente, sobretodo con los pequeños detalles que trae consigo la versión SLAM. Y ya te digo que es muy divertido, en el habitáculo se experimentan sensaciones muy Sport.

      Si yo tuviese claro que me iba a gastar el dinero en un segmento A deportivo también daría el salto de este al S, sinceramente. Aunque me parece un capricho exagerado ese desembolso… Tienes que estar muy muy enamorado de algo así. Al igual que en el caso del 500 Abarth.

  • Sergio Ruiz González

    Cuándo salió no me convencía, pero cada vez que lo veo por la calle me esta enganchando, y viendo tu prueba tiene que ser divertido, imagínate el Opel Adam S… Eso sí, casi todos los Adam que veo por la calle es diferente, con sus colores y personalizaciones personales. Muy buena prueba, a seguir adelante planetarios!

    • Rafa Rivera

      Yo no puedo ocultar que estoy «enganchado» como tu dices, Sergio. Este pequeñín me ha gustado bastante. Juega con la baza de tener muchas caras diferentes según los colores, las llantas… Y sí, si este es así no puedo imaginar lo que esconderá el S 😉

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