«Vuelve a hablar de tu coche». Con este eslogan Mitsubishi nos presenta el renovado Outlander, destacando principalmente el generoso equipamiento disponible del que os hablaremos más adelante. De hecho, aunque es una puesta al dÃa y no una nueva generación, la marca asegura que el Outlander ha experimentado tal renovación que podemos considerarlo un vehÃculo nuevo. Veremos cuáles son sus argumentos.
¿Qué tenemos entre manos?
Datos técnicos
El motor no cambia en esta renovación, sigue siendo el 2.2 16v diésel de cuatro cilindros en lÃnea con turbo e inyección directa que ofrece 150 CV y 360 Nm de par, cumpliendo ahora con la normativa Euro VI. La potencia máxima la entrega a las 3500 rpm, mientras que los 360 Nm de par están disponibles entre las 1500 y 2750 rpm. Anuncia una velocidad máxima de 190 km/h y un tiempo en el 0-100 km/h de 11,6 segundos, mientras que el consumo medio homologado es de 5,8 litros a los 100 km (6,9 en uso urbano y 5,2 en uso extraurbano).
Declara un peso de 1.610 kg en vacÃo, siendo 100 kg menos pesado si optamos por la versión de tracción delantera, manual y cinco plazas. Nuestra unidad de pruebas contaba con el nivel de equipamiento Kaiteki, que sólo está disponible con cambio automático de convertidor de par de seis velocidades.
Diseño exterior e interior
Los cambios más notables se presentan en el exterior, que adopta el nuevo lenguaje de diseño llamado «Dynamic Shield». Sin duda gana en personalidad con respecto al anterior Outlander, destacando las molduras cromadas tanto en el frontal como en la trasera y el paragolpes delantero acabado en negro piano.
En esta imagen se muestran resaltados en azul los nuevos elementos introducidos en el Outlander MY2016.
Destacan también detalles como las molduras en las puertas, las nuevas llantas de 18 pulgadas o las nuevas ópticas con luces diurnas de LED. Encontramos también dos botones para abrir y cerrar el coche sin sacar la llave del bolsillo: uno en la puerta del conductor y otro bajo el emblema de la marca en el maletero.
En el interior los cambios son menos evidentes a simple vista, pero los asientos ofrecen una mayor sujeción lateral, los materiales utilizados son de mejor calidad y se ha modificado el volante. Destacan también las inserciones en el salpicadero y las puertas imitando un acabado en madera (sólo en las versión Kaiteki).
Echando un vistazo general, en el lado izquierdo del volante disponemos de una botonera que nos permite activar o desactivar la frenada de emergencia automática (FCM, veremos en qué consiste más adelante) y el sistema de alerta de salida de carril, además de poder abrir y cerrar el portón del maletero. Justo encima de esta botonera tenemos los botones para desactivar el control de estabilidad y controlar el ordenador de a bordo.
El volante multifunción dispone de controles del equipo de música, manos libres y control de velocidad de crucero adaptativo. Tras él, nos encontramos con unas preciosas levas fijas de generosas dimensiones.
Junto al selector del cambio tenemos el control de los asientos calefactados y el botón ‘4WD’, para cambiar entre los diferentes modos de tracción. En el interior de la guantera central disponemos de una toma de 12V y el conector USB. En la parte baja de la consola central tenemos otra toma de 12V, el botón para desactivar el sistema eléctrico del portón del maletero y un hueco para dejar la llave del coche.
Destaca también la pantalla táctil de 7 pulgadas, con navegador integrado. Aprovecho para decir que si bien no me ha parecido un sistema intuitivo, después de trastear unos minutos todos los menús y opciones no tardé en cogerle el truco. La pantalla deberÃa estar mejor orientada hacia el conductor, ya que según cómo incida la luz nos puede llegar a impedir verla con claridad. El navegador tiene múltiples funciones para mostrarnos la ruta, por lo que aunque la forma de mostrar el trayecto predeterminada no me gustó, probando diferentes opciones daremos con una de nuestro agrado.
Habitabilidad
El volante es regulable tanto en altura como en profundidad y el asiento tiene todos los ajustes necesarios, por lo que es muy fácil encontrar una postura de conducción cómoda. Esto, unido a los cómodos asientos delanteros, hace que podamos afrontar largos viajes con un nivel de confort muy alto. Hay huecos suficientes para dejar nuestros objetos, aunque he echado de menos un portagafas.
Sin embargo, la impresión en las plazas traseras no ha sido tan positiva. El espacio para las piernas es más que suficiente y si no se recurre a la plaza central trasera, tampoco será un problema la amplitud de la que disponemos. El sabor agridulce viene por la forma y mullido de los asientos, que son un aspecto a mejorar. Los asientos traseros son regulables tanto en inclinación como en profundidad.
Las dos plazas de la tercera fila se ven condicionadas sobre todo por la pequeña altura que hay desde el asiento al suelo, haciendo que un adulto viaje con las piernas muy flexionadas. Como la fila del medio es regulable en profundidad, el espacio longitudinal para las piernas es algo menos crÃtico. Por lo tanto, nos podrán sacar de algún apuro pudiendo ser utilizables para adultos en viajes muy cortos y por niños (dependiendo de la estatura) en viajes no tan cortos.
El maletero no es uno de sus puntos fuertes, pues en un coche de estas dimensiones los 507 litros disponibles se me antojan correctos, sin más. Las formas son aprovechables y se puede aumentar su capacidad hasta los 1613 litros abatiendo la fila central de asientos quedando una superficie totalmente plana.
Precio y equipamiento
Como es habitual en la marca, el equipamiento viene cerrado según el acabado que elijamos: Motion o Kaiteki. Mientras que el acabado Motion está disponible en todas las combinaciones de motor y transmisión posibles (2WD, 4WD, automático, manual, 200 MPI y 200 DI-D), sólo podremos optar al Kaiteki con las caracterÃsticas de nuestra unidad (200 DI-D, 4WD y  automático).
En caso de elegir la motorización 200 MPI, el cambio automático es de variador continuo en vez de convertidor de par y no podremos optar por la tracción integral ni por las siete plazas. Entre las versiones Motion 2WD y 4WD la única diferencia (aparte, obviamente, del tipo de tracción) es que la variante 4WD cuenta con faros delanteros LED. Por tanto, tenemos seis opciones a elegir:
- Acabado Motion, motor gasolina 200 MPI, 2WD, transmisión automática tipo CVT y cinco plazas: 27.895 euros (22.645 con las promociones actuales).
- Acabado Motion, motor diésel 200 DI-D, 2WD, transmisión manual y cinco plazas: 29.645 euros (24.645 con las promociones actuales).
- Acabado Motion, motor diésel 200 DI-D, 2WD, transmisión manual y siete plazas: 30.895 euros (24.895 con las promociones actuales).
- Acabado Motion, motor diésel 200 DI-D, 4WD, transmisión manual y siete plazas: 34.395 euros (31.895 con las promociones actuales).
- Acabado Motion, motor diésel 200 DI-D, 4WD, transmisión automática de convertidor de par y siete plazas: 35.895 euros (33.395 con las promociones actuales).
- Acabado Kaiteki, motor diésel 200 DI-D, 4WD, transmisión automática de convertidor de par y siete plazas: 39.795 euros (37.295 con las promociones actuales) (precio de la unidad probada).
En todos los casos la pintura nos costará 495 euros, sobrecoste incluido en los precios anteriores. Está disponible en seis colores: Rojo Orient, Azul Tanzanite, Gris Titanium, Negro Amethyst, Bronce Radiant y Blanco Silky (como la que se muestra en las imágenes).
El equipamiento correspondiente a la versión Motion lo considero muy completo, y destacan la pantalla táctil de 7 pulgadas con navegador integrado, el sistema de apertura y encendido sin llave, cámara de visión trasera, climatizador automático bizona, control de velocidad de crucero, conectividad Bluetooth y el encendido automático de luces y limpiaparabrisas. Podéis ver el listado de equipamiento completo aquÃ.
Un detalle a mencionar es que tenemos rueda de repuesto (situada fuera del interior del coche, bajo el maletero) en vez de los ya habituales kit antipinchazos.
Si os habéis fijado, optar por el acabado Kaiteki nos costará casi 4.000 euros, ¿merece la pena este desembolso? Desde luego, en mi opinión el precio está justificado, pero depende de los gustos e intereses de cada uno. Tendremos, además de todo el equipamiento de la versión Motion, el techo solar eléctrico, tapicerÃa de cuero, asientos delanteros calefactables, regulación eléctrica en el asiento del conductor e inserciones de madera negra con veta en el salpicadero y paneles de las puertas. Y además, los elementos más interesantes:
- Control de velocidad de crucero adaptativo (ACC). Nos permite seguir a un vehÃculo manteniendo una distancia de seguridad a nuestra elección entre tres opciones. Si el coche que nos precede llega a detenerse, el sistema es capaz de parar el coche completamente.
- Sistema de mitigación de colisión frontal (FCM). Es un sistema de frenado de emergencia automático, que mediante un radar detecta obstáculos situados hasta 200 metros por delante del coche. Cuando el sistema detecta un riesgo de colisión bajo, emite una advertencia sonora y visual, además de precargar el sistema de frenado. Si el riesgo aumenta el sistema es capaz de frenar automáticamente, primero de forma moderada. Si el conductor no reacciona, frena con más fuerza.
- Sistema de alerta de salida de carril (LDW), que nos avisa si nos salimos de nuestro carril, pero no corrige la trayectoria.
- Equipo de sonido de nueve altavoces firmado por Rockford Fosgate, que ofrece una calidad de sonido realmente buena.
En marcha
DÃa a dÃa
Es posible que si mirando la ficha técnica veas que tarda 11,6 segundos en hacer el 0-100 (cifra casi idéntica al Mitsubishi Space Star) pienses que necesita más potencia. Sin embargo, da la sensación de ser más rápido de lo declarado, y en mi opinión este 2.2 diésel le va como anillo al dedo. Es algo perezoso por debajo de 2000 rpm, pero a partir de ese régimen responde con brÃo, manteniendo la fuerza hasta las 3500. La alternativa a este motor es el 200 MPI de gasolina, disponible sólo con el acabado Motion, en tracción delantera y transmisión automática; sin haberlo probado, no creo que sea el más adecuado para este Outlander por su comparativamente reducida cifra de par.
Un punto muy delicado para mà son las suspensiones. En este tipo de coches en los que se busca el confort ante todo se puede caer en la tentación de montar unas suspensiones demasiado blandas, lo que sumado a sus 1600 kg provocarÃan un elevado balanceo y sus desagradables consecuencias. Y no os voy a engañar, es más o menos lo que esperaba de este Outlander, pero me equivocaba completamente. De hecho, la puesta a punto de la suspensión es de las cosas que más me ha gustado del coche: filtra muy bien las irregularidades del asfalto y además contiene satisfactoriamente los movimientos de la carrocerÃa.
Sin embargo, el funcionamiento del cambio automático me ha dejado peor sabor de boca. Si estás pensando en comprar este coche, tranquilo, no será un factor determinante. Es cierto que no cambia instantáneamente, pero sólo nos pondrá nerviosos en dos escenarios. El primero y el más importante es a la hora de pisar a fondo en modo automático, pidiendo al coche que baje de marcha (conocido como ‘kickdown’), puesto que tardará más de lo deseado en realizar dicho cambio. El segundo es si optamos por cambiar de marcha con las levas, puesto que su falta de inmediatez hace que no nos apetezca usarlas. En modo ECO cambia pronto de marcha, por debajo de las 2000 rpm (a unas 1600 si aceleramos muy suavemente), ayudándonos a conseguir buenos consumos.
En cuanto al sistema de frenado, me ha parecido más que suficiente. Contando con frenos de disco en ambos ejes son capaces de detener el coche con fuerza y total seguridad, si bien es cierto que el tacto del pedal no me ha terminado de convencer, puesto que tiene un recorrido útil algo escaso.
La dirección, con más vueltas entre topes de lo que me gustarÃa, tiene un tacto blando y que apenas transmite lo que está pasando en las ruedas delanteras, pero es precisa en el guiado del coche, por lo que en un coche de estas caracterÃsticas no dirÃa que fuese un inconveniente.
Mitsubishi destaca el trabajo realizado en el apartado de insonorización, pues aseguran que el Outlander ha recibido más de cien mejoras dirigidas a reducir el nivel de ruidos y vibraciones. Parte de estas mejoras son ventanas de mayor grosor y el empleo de materiales fonoabsorbentes y amortiguadores de ruido. No he podido comparar el nivel de insonorización con el anterior Outlander, pero sà es cierto que tanto los ruidos aerodinámicos como los mecánicos que llegan al habitáculo son muy reducidos.
Fuera del asfalto
Hoy dÃa la moda de los SUVs ha hecho que nos acostumbremos a ver coches grandes con aspecto de todoterreno y tracción integral que no son capaces de superar mayores obstáculos que una berlina convencional. ¿Es éste el caso del Outlander 4WD? Vamos a verlo.
Viendo la ficha técnica nos queda claro que no es un todoterreno puro, pues su ángulos de ataque y salida (de 21 grados) y la altura libre al suelo (190 mm) dejan bastante que desear en este apartado. Nótese mi tono crÃtico, pero no son datos en absoluto malos comparados con su competencia directa, es una crÃtica más bien dirigida al segmento que a este modelo en concreto.
Disponemos en el selector del cambio con una posición «L» que hace las veces de reductora, siendo una marcha aún más corta que la primera, pensada para subir superficies con gran pendiente. En mi recorrido de pruebas no me ayudó a salir de ningún obstáculo que no pudiera superar en posición «D» y tampoco he notado una diferencia notable en la capacidad de retención al bajar pendientes, teniendo que frenar si queremos descender con suavidad.
En cuanto al sistema de tracción integral, tiene un funcionamiento satisfactorio dentro de sus limitaciones, pues en el eje trasero monta un diferencial abierto, dejando la motricidad a cargo de los frenos. Por su parte, el diferencial central es un diferencial de deslizamiento limitado controlado electrónicamente. Esto se traduce en que si perdemos tracción en una rueda delantera, el Outlander será capaz de solventar la situación sin ningún problema, aunque si la rueda con pérdida de tracción es del eje trasero le costará algo más. Sin embargo, en maniobras más complicadas en las que dos ruedas de distintos ejes pierden tracción lo más probable es que no podamos avanzar, como en el caso del siguiente vÃdeo.
Como ya os he comentado, es posible seleccionar el modo de tracción con un botón, pudiendo elegir entre «ECO», «AUTO» y «LOCK». En el modo «ECO», siempre iremos con el eje trasero desconectado a no ser que tengamos pérdidas de tracción, en cuyo caso podrÃa transmitir potencia a las ruedas traseras; es por tanto el modo adecuado para una conducción normal. El modo «AUTO» repartirá automáticamente la tracción entre el eje delantero y trasero, pero sin priorizar el eje delantero como en el modo «ECO». Por último, en «LOCK» estaremos obligando a acoplar el eje trasero, por lo que siempre estaremos mandando potencia a ambos ejes.
¿Se notan las diferencias entre los distintos modos? Pues sÃ, más de lo que me esperaba. En un escenario en el que una rueda delantera perdÃa tracción (se quedaba en el aire) en modo ECO tras unos segundos acababa acoplando el eje trasero, mientras que en el modo «AUTO» lo hacÃa prácticamente al instante. Cuando la pérdida de tracción la sufre una rueda del eje trasero, en «AUTO» tarda algo de tiempo en identificar y solventar la situación, pero me pareció curioso ver cómo «piensa» y reparte la tracción entre los ejes y ruedas.
En conclusión, me ha gustado el sistema de tracción integral de este Outlander 4WD, siendo el diferencial trasero abierto el aspecto a mejorar. Sus limitaciones fuera del asfalto son principalmente impuestas por sus generosos voladizos (sobre todo el delantero), que hará que los rocemos en terrenos no muy complicados.
Por ello lo catalogarÃa de ‘todocamino’ y no de ‘todoterreno’, pues nos permite transitar terrenos moderadamente complicados por donde una berlina no podrÃa pasar, pero no se sentirá cómodo en pistas 4×4. Al fin y al cabo, si queremos un todoterreno puro tenemos el Montero.
Consumos
Como es habitual, los consumos en uso real se alejan bastante de las cifras homologadas. Empezando con un recorrido urbano, como en anteriores ocasiones recorrà el mismo camino dos veces. La primera lo realicé con el modo ECO conectado y conduciendo con suavidad e intentando conseguir buenas cifras, obteniendo un consumo de 8,5 litros a los 100 km. En la segunda repetición, con el modo ECO desactivado y conduciendo despreocupadamente, el consumo se elevó hasta los 10,3 l/100 km.
¿Conclusión? En una conducción muy eficiente, nos será posible rondar la media de 8 litros y en una conducción muy despreocupada podremos llegar sin problema a los 11 l/100 km, pero lo normal es que el consumo medio en ciudad se sitúe en torno a los 9,5 litros.
En autovÃa a una velocidad fija de 120 km/h obtuvimos un consumo de 6,8 l/100 km, mientras que si bajamos el ritmo a los 100 km/h en una carretera secundaria el consumo bajará hasta aproximadamente 6,2 litros, dependiendo de la orografÃa del terreno. Lógicamente, en todas las mediciones de consumo llevé el modo de tracción ECO (sin enviar potencia a las ruedas traseras).
Un apunte: igual que en el Space Star, la lectura del consumo medio se hace algo complicada, ya que por defecto nos muestra el «puesta a cero automática» y para consultar la puesta a cero manual hay que navegar por el menú de configuración, por lo que hemos de tener cuidado a la hora de tomar estos datos.
Conclusiones
He de confesaros que este Outlander me ha gustado más de lo que esperaba. SÃ, soy un férreo defensor de las berlinas frente a los SUV, y salvo que necesitemos la tercera fila de asientos o movernos por terrenos con cierta complicación se me hace complicado recomendar un SUV. Sin embargo, si estás decidido a hacerte con un coche de estas caracterÃsticas, ya sea por necesidad o por gustos personales, el Outlander es un candidato a tener en cuenta.
Sus mejores bazas son su gran calidad de rodadura, destacando su insonorización, suavidad del motor y transmisión y su cómoda suspensión. Además, cuenta con una gran dotación de equipamiento (sobre todo en esta versión Kaiteki).
En mi opinión, la configuración que recomendarÃa es la versión de tracción delantera, motor diésel y acabado Motion, pues aunque prescindiremos de los elementos de equipamiento más llamativos (como el control de velocidad adaptativo y el sistema de mitigación de colisión central) podremos conseguir un presupuesto muy interesante. Además, al prescindir de la tracción integral el consumo será algo más reducido.
No puedo dejar de mencionar la variante hÃbrida, el Outlander PHEV, en el que encontraremos todo el equipamiento asociado al acabado Kaiteki a un precio muy interesante gracias a los descuentos actuales (de hecho podemos conseguirlo a un precio inferior al de la unidad probada). Sin duda, otro vehÃculo de planteamiento distinto a tener muy en cuenta y que esperamos probar en los próximos meses.
Fernando Poveda
Me encanta todo lo que está relacionado con los coches, desde la técnica que hay tras ellos hasta conducirlos en cualquier tipo de escenario. Estudio IngenierÃa Mecánica con la ilusión de poder trabajar algún dÃa en el mundo del motor.Sorry no comment yet.