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Prueba: Mercedes-Benz A 250 4MATIC — Antesala y tentación a la familia AMG

Prueba Mercedes-Benz A 250

Como decía aquel anuncio de televisión: «Algo está pasando en Mercedes». Lo cierto es que la firma de la estrella ha experimentado una notable evolución en la última década. Lejos queda esa imagen que todos teníamos en la cabeza de estilo, robustez y sobriedad. Nuevos aires, por tanto, en la familia Mercedes-Benz que mantiene intacta su elegancia, pero lanza una propuesta mucho más fresca, deportiva y juvenil.

En los últimos años el Mercedes-Clase A se ha convertido en un objeto de deseo para jóvenes conductores y una de las principales alternativas de su segmento

En esta ocasión nos subimos a bordo del nuevo Mercedes-Benz Clase A, un modelo con más de dos décadas de trayectoria en el mercado que ha experimentado una notable evolución. Inicialmente nació como un pequeño monovolumen con excelentes acabados que contrastaba con la oferta de la competencia. Con el paso de los años la balanza terminó por inclinarse hacia el lado de Audi y BMW que apostaron por el segmento C con el A3 y el Serie 1, respectivamente.

Esto unido a la polémica suscitada por aquél famoso test del alce que lo hizo volcar tuvo como resultado que Mercedes tomase la decisión de reinterpretar el Clase A como un compacto moderno adaptado a los gustos del mercado. Y lo cierto es que esta decisión ha hecho que a día de hoy el Mercedes-Benz Clase A se haya convertido en un objeto de deseo para jóvenes conductores y una de las primeras opciones para todos aquellos compradores que buscan un compacto. Además, se trata de uno de los mayores éxitos comerciales de la firma de Stuttgart.

La cuarta generación del Clase A no es para nada la puerta de entrada económica a la marca sino un vehículo con personalidad dotado de un completo arsenal tecnológico capaz de ofrecer un buen comportamiento dinámico. Además, los alemanes han sabido pulir algunas de las carencias de la versión anterior para dar lugar a un producto redondo.

A excepción de las versiones firmadas por la división AMG, el Mercedes-Benz A 250 es la única opción asociada a la tracción 4MATIC que se puede adquirir en nuestro país

Tenemos la suerte de ponernos al volante de la versión A 250 4MATIC, la configuración más interesantes y prestacional de este compacto premium y la antesala a los AMG. Actualmente, la oferta mecánica en nuestro país se compone de tres versiones diésel y cinco de gasolina con cambio automático o manual contando incluso con una carrocería Sedán. El nuevo Mercedes-Benz Clase A se presenta como un rival directo del Audi A3 Sportback y el BMW 125i. Si vamos un paso más allá el A 250 que nos ocupa mira de cerca al Volkswagen Golf GTI. Sin embargo, el Mercedes es un coche más cómodo que deportivo, aunque despiste por ese aire que le otorga el acabado AMG Line.

Prueba Mercedes-Benz A 250

Nuestra unidad de pruebas monta un motor gasolina de cuatro cilindros y 2.0 litros capaz de desarrollar 224 CV de potencia. El bloque viene asociado a un sistema de tracción integral conectable 4MATIC y a una transmisión automática 7-DCT de doble embrague con siete relaciones

Esta configuración tiene un precio de partida de 49.275 euros incluyendo transporte, IVA e impuesto de matriculación. En nuestro caso contamos con un amplio repertorio de elementos opcionales que suben la cuenta hasta los 59.938 euros. Aquí os dejamos la ficha oficial con todo el equipamiento. ¿Conseguirá el Clase A reforzar su posición como la referencia de su segmento? Nos ponemos en marcha para analizar todos los detalles del compacto germano.

El paquete AMG Line, de obligado cumplimiento

El nuevo Mercedes-Benz Clase A mantiene un look exterior muy similar al que ya conocíamos. En este caso no hablamos de revolución sino de evolución. Los de Stuttgart han suavizado las líneas de carrocería de su compacto logrando una imagen más moderna y estilizada.

Prueba Mercedes-Benz A 250

El frontal muestra un voladizo de gran tamaño con unos faros alargados y ligeramente inclinados que aportan una mirada más agresiva al Clase A. Unas ópticas que siguen el camino marcado por el nuevo Mercedes-Benz CLS y que además, en nuestra configuración, cuentan con tecnología MULTIBEAM LED -578€-. 

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Llama la atención la acusada caída del capó y su elegante calandra hexagonal con marcos redondeados. El embellecedor cromado que cruza el símbolo de la estrella así como los hexágonos que adornan el fondo de la parrilla son algunos de los detalles estéticos que ofrece el paquete exterior AMG Line -1.553€- que luce nuestra unidad. En la zona inferior del paragolpes delantero vemos una toma de aire central y dos falsas entradas en los extremos. En definitiva, apreciamos una estética muy similar a la del nuevo Mercedes-AMG A 35.

Entre los detalles estéticos que incluye el paquete AMG Line tenemos paragolpes y faldones específicos y una calandra con elementos cromados que aportan un toque deportivo al compacto germano

Las medidas del nuevo Mercedes-Benz Clase A son de 4,42 metros de largo, 1,79 metros de ancho y 1,44 metros de alto. Ahora es 12 centímetros más largo y también presenta una batalla que crece 30 mm hasta los 2,72 metros. Esto supone una mejora en uno de los puntos débiles de la generación saliente, el espacio interior. El nuevo modelo es más amplio y tiene más maletero. Su Cx queda en 0,25, lo que posiciona al Clase A como el líder de su segmento, según afirma Daimler.

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El perfil destaca por una línea de cintura elevada y un pilar C con bastante caída. La silueta del Clase A es casi idéntica aunque ahora los nervios de las puertas tienen más sentido. Nuestra unidad equipa unas llantas de aleación multirradio de 19 pulgadas color gris titanio firmadas por AMG -830€-  que vienen montadas sobre un juego de neumáticos Bridgestone Turanza de medida 225/40.

La carrocería del Mercedes-Benz A 250 que probamos luce un bonito color Rojo Júpiter. En total, tenemos a nuestra disposición una paleta formada por diez tonalidades distintas con las que personalizar el compacto alemán. 

Prueba Mercedes-Benz A 250

La zaga presenta unas ópticas de nueva factura que pasan a tener el tan popularizado diseño horizontal que cada vez encontramos más en el segmento C. El portón parte en dos los faros, dejando una boca de carga más amplia —20 centímetros más— lo que juega a favor de la entrada y salida de objetos voluminosos. Lo peor aquí es que se confirman las sospechas; las dos salidas de escape que encontramos sobre el difusor son falsas. Una lástima que su funcionalidad tan solo esté reservada para la familia AMG.

Revolución interior y un equipamiento tecnológico abrumador

Es en el interior donde Mercedes se ha puesto manos a la obra para dar lugar a un habitáculo que, sin duda, es uno de los puntos fuertes del nuevo Clase A. Nada más subir al coche se percibe un importante salto de calidad respecto a la generación precedente. Mejoras que tienen que ver con los ajustes y la calidad de los materiales empleados. En definitiva, se respira un atmósfera deportiva, elegante y futurista.

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El color negro predomina sobre la mayor parte de los elementos del interior. Esto aporta un toque elegante a la par que moderno. Lo que menos me ha gustado es la presencia de elementos acabados en Piano Black sobre la parte baja y la consola central. Como ya sabemos de sobra se trata de un material muy sucio que tiende a arañarse a la mínima. La tecnología cobra protagonismo en el interior del nuevo Mercedes-Benz Clase A y lo sitúa muy por encima del resto de alternativas del segmento.

Más allá del apartado tecnológico, el nuevo Clase A presenta una serie de mejoras que tienen que ver con la calidad y el ajuste de los materiales empleados en el habitáculo

Sorprende el diseño del salpicadero con un tablero 100% digital formado por dos enormes pantallas de 10,25 pulgadas contiguas que albergan la instrumentación y el sistema de infoentretenimiento. En función del acabado elegido éstas también pueden ser de 7 pulgadas. Una propuesta inédita hasta el momento en su segmento y que, a primera vista, suscita un gran interés. Además, la doble altura que presenta el mueble interior permite que las pantallas queden bien integradas y generen una sensación envolvente.

Prueba Mercedes-Benz A 250

Una de las principales novedades de Mercedes-Benz que además debuta en el nuevo Clase A es el sistema de infoentretenimiento. Un equipamiento que además monta de serie independientemente del acabado elegido. El denominado MBUX (Mercedes-Benz User Experience) se presenta como un interfaz al servicio del usuarios pensado para crear un vínculo directo entre coche y conductor. Este interfaz integra un sistema de síntesis de voz tipo Siri que nos permite interactuar con el coche para controlar diferentes funcionalidades como el navegador, la radio, el climatizador o la iluminación interior, entre otros parámetros. Basta con decir “Hey Mercedes” para comenzar a descubrir las posibilidades del sistema que parecen infinitas.

Prueba Mercedes-Benz A 250

También podemos controlar el MBUX a través del touchpad situado en la consola central, los botones táctiles Touch-Control del volante y el propio panel táctil de la pantalla. El MBUX hace las veces de asistente personal, es capaz de aprender gracias a la inteligencia artificial y está preparado para recibir información Car to X o Car to Car a través de servicios Mercedes Me Connect. Otra novedosa función del sistema de navegación es la realidad aumentada a través de la cámara frontal del coche, la cual muestra un vídeo del entorno junto a representación gráfica que completa el guiado.

Prueba Mercedes-Benz A 250

Las ventajas de este sistema tiene que ver con sus gráficos, la sencillez de uso y la fluidez de sus menús. Los contras están directamente relacionados con el hecho de pasar demasiado tiempo preocupados por aspectos que no tienen que ver con lo verdaderamente importante; la conducción. Otro punto curioso y que por suerte no era mi caso es viajar con una acompañante que comparta nombre con el coche.

A pesar de las mejoras, aún encontramos algunas molduras en plástico duro y el sucio negro piano que por desgracia está tan de moda en los últimos años

Bajo el sistema de infoentretenimiento encontramos las salidas de ventilación y unos mandos tipo piano de tacto y ajuste mejorable. Chirría el plástico duro de la consola central y los aireadores. También desentona el austero diseño y el plástico empleado en la palanca del selector del cambio, así como su disposición al estilo americano. Otro punto a mejorar es la falta de una toma USB convencional, ya que Mercedes ha dispuesto únicamente cuatro tomas USB tipo C. 

Prueba Mercedes-Benz A 250

Continuando con el apartado tecnológico desviamos nuestra mirada hacia el frente para descubrir el cuadro de instrumentos del nuevo Clase A. Esta pantalla también es totalmente personalizable a gusto del conductor. Una vez elegido uno de los tres temas que Mercedes propone (Clásico, Deportivo o Discreto), podremos configurar qué información mostrar en cada esfera. También se puede seleccionar una sola información en toda la pantalla, como el navegador o el avisador de distancia de seguridad. Es el mismo sistema de los Mercedes-Benz Clase C, Clase E y Clase S. Todo este arsenal tecnológico hace que en cierto modo tengamos la sensación de estar medio camino entre una nave espacial y un coche de carreras. 

No tengas prisa; comprender todas las funciones del nuevo sistema de infoentretenimiento MBUX de Mercedes-Benz te llevará horas

El correcto ángulo de apertura de las puertas delanteras permite acceder al interior sin ningún problema. Una vez dentro, te encuentras sentado en una posición baja y envolvente. El puesto de conducción resulta bastante cómodo gracias a unos asientos de corte deportivo con reposacabezas integrados que en nuestra unidad vienen forrados en piel y Alcantara y lucen unos bonitos pespuntes en rojo. Este último material también se emplea sobre el tapizado de los paneles de las puertas. Además de ser calefactables, las plazas delanteras cuentan con regulación eléctrica y memorias.

Prueba Mercedes-Benz A 250

En líneas generales la visibilidad es buena gracias a unos pilares delanteros no demasiado anchos. La trasera se ve más comprometida pero, gracias a la ayuda de la cámara de 360º, no tendremos que preocuparnos demasiado. La cabina está bien insonorizada. Tan sólo el ruido de rodadura perturbará la paz con la que el conductor puede encontrarse, si es que la busca.

Prueba Mercedes-Benz A 250

Las plazas traseras ofrecen espacio suficiente para que dos pasajeros viajen sin ninguna limitación. El problema es que el acceso que continúa siendo bastante justo. La plaza central es muy estrecha y resulta menos practicable por lo que queda reservada para un uso esporádico. El espacio para las rodillas es más que correcto, incluso para adultos de buena talla y la altura libre al techo también resulta suficiente. Sobre nosotros encontramos un techo panorámico practicable que es opcional y tiene un coste de 1.289€.

El volante multifunción del paquete AMG Line es muy llamativo. El grosor del aro es correcto y ofrece un buen agarre. Está ligeramente achatado en la parte inferior y presenta molduras de tacto metálico. El volante tiene dos mini pad tipo BlackBerry para controlar cada una de las pantallas. Estos mandos son hipersensibles y requieren cierto tiempo de adaptación. El problema que encontramos es que a la hora de girar el volante es muy fácil rozarlos sin querer, desplegando menús indeseados. Tras él, unas pequeñas levas nos permiten jugar con el cambio.

Prueba Mercedes-Benz A 250

El maletero del nuevo Mercedes-Benz Clase A ofrece con 370 litros de capacidad. Una cifra que podemos ampliar hasta los 1.210 litros si abatimos la banca trasera en posición 60:40. Espacio suficiente para albergar un par de maletas de tamaño medio y alguna que otra bolsa. A pesar de haber aumentado su capacidad en 20 litros respecto a la generación saliente, el nuevo Clase A aún se mantiene un escalón por debajo de sus rivales germanos. En concreto, ofrece 10 litros menos que los Audi A3 y el BMW Serie 1. Bajo el doble fondo encontramos un kit de reparación de pinchazos.

Prueba Mercedes-Benz A 250

El nuevo Clase A cuenta con iluminación ambiental personalizable hasta en 64 colores diferentes y 10 conceptos cromáticos distintos para cada área del habitáculo. Se nota que los de Stuttgart han cuidado con mucho mimo cada detalle para brindar las mejores sensaciones al conductor y sus acompañantes. 

Gracias a la amplio abanico de asistentes a la conducción que incluye, el Mercedes-Benz Clase A fue galardonado con el premio al coche más seguro de 2018 por el Euro NCAP

En relación a los sistemas de seguridad el A 250 que probamos contaba con control de ángulo muerto, asistente de reconocimiento de señales de tráfico, asistente activo de distancia DISTRONIC, asistente activo de parada de emergencia y un asistente activo para cambio de carril que a mi juicio resulta bastante intrusivo. El problema es que actúa sobre el ESP frenando las ruedas en lugar de sobre la dirección dando lugar a fuertes frenazos en cuanto detecta que nos vamos a salir.

Si echamos un ojo al mercado y buscamos algún rival con un nivel de equipamiento y potencia similares a los de nuestra unidad encontramos las siguientes opciones:

  • Audi A3 Sportback 35 TFSI S tronic de 150 CV de potencia desde los 51.195 euros.
  • BMW 118i Steptronic de 140 CV de potencia y acabado M Sport desde los 46.757 euros.
  • Volkswagen Golf GTI Performance 2.0 TSI 180 kW (245 CV) DSG 7 desde los 49.030 euros.
  • SEAT Leon Cupra 2.0 TSI 213 KW (290 CV) DSG-7 Start/Stop desde los 41.150 euros.
  • Skoda Octavia RS 2.0 TSI 180 kW (245 CV) DSG 7 vel. desde los 36.640 euros.

Motor potente y equilibrado

Como señalaba al comienzo de la prueba Mercedes ofrece un abanico formado por un total de ocho motorizaciones para el nuevo Clase A. De entre los cinco bloques de gasolina que proponen los alemanes, el A 250 que hemos probado resulta el más interesante y prestacional. Se trata de la antesala a los AMG y una tentación directa para pasar a ser miembro de la familia de Affalterbach. 

Prueba Mercedes-Benz A 250

Bajo el capó de nuestro Mercedes-Benz A 250 4MATIC encontramos un propulsor de aluminio con dos árboles de levas en la culata, turbo, inyección directa e intercooler que da rienda suelta a 224 CV a 5.800 rpm, todo ello asociado a un par máximo de 350 Nm a partir de las 1.800 rpm. Además, para añadir algo más picante a la receta, contamos con sistema de tracción total.

El A 250 monta un bloque prestacional que está muy bien equilibrado y es capaz de responder de manera contundente ante cualquier situación

La firma de la estrella afirma que el nuevo A 250 es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 249 km/h. A pesar de estos números, el compacto germano es un coche noble y equilibrado pensado para mantener una conducción racional. Para menesteres más pasionales están los nuevos Mercedes-AMG A 35 y A 45.

Sí, es cierto que puedes echar en falta un poco más de ruido y sensaciones, pero no de carácter. La sensación de aceleración es bastante notable y eso se deja ver a la hora de realizar incorporaciones y adelantamientos incluso con poco margen. El Mercedes-Benz A 250 luce el distintivo medioambiental C de la DGT sobre el parabrisas.

Después de recorrer cerca de 900 kilómetros durante una semana por ciudad, autovía y atravesar diferentes puertos de montaña el consumo medio que hemos obtenido es de 7,8 l/100 km. Una cifra que, como era de esperar, se encuentra por encima de los 6,8 l/100 km que homologa el fabricante pero que tampoco resulta descabellada. Llevando a cabo una conducción espirituosa en tramos de curvas de montaña el ordenador de viaje registró una cifra cercana a los 12,5 l/100 km. El depósito tiene 43 litros de capacidad.

¿Qué tal se comporta el nuevo Mercedes-Benz A 250?

A estas alturas de la prueba toca hablar de lo realmente importante: el comportamiento dinámico. El Mercedes-Benz Clase A se ha convertido en un compacto maduro, dinámico y sofisticado. Su naturaleza moderna y acogedora parece estar pensada para ser disfrutada a diario. Sin embargo, también es un coche con el que hacer viajes y escapadas de manera cómoda.

Prueba Mercedes-Benz A 250

Uno de los principales atractivos de la unidad que probamos es su suspensión trasera dotada de un sistema multibrazo que hace que el coche se sienta muy aplomado y ofrezca un tarado con cierto aire deportivo. El A 250 se muestra muy estable en carretera y tiene un paso por curva muy rápido.

Por 1.371 euros adicionales Mercedes ofrece la posibilidad de montar una suspensión adaptativa variable denominada AMG RIDE CONTROL

Las versiones de acceso del nuevo Clase A montan un esquema más sencillo con un eje trasero de tipo barra de torsión que resulta más impreciso. Una solución por la que también se decantan otros fabricantes para abaratar costes pero que resta calidad de rodadura. Mercedes también ofrece un tren de rodaje multilink posterior opcional denominado AMG RIDE CONTROL -1.371€-, con suspensión adaptativa variable.

Prueba Mercedes-Benz A 250

Entre la adherencia que nos proporcionan los neumáticos y el trabajo que hace el sistema de tracción total 4MATIC, el A 250 te invita a buscarle las cosquillas en cada curva, una y otra vez. Constantemente va jugando con el par entre el eje delantero y el trasero, circulando en circunstancias normales únicamente en tracción delantera y repartiéndose al 50:50 cuando es necesario. 

El coche ofrece cuatro modos de conducción: Individual, Comfort, Sport y Eco. Este sistema, denominado DYNAMIC SELECT, establece reglajes específicos que infieren sobre la respuesta del motor, el cambio, el tren de rodaje o la dirección. 

Prueba Mercedes-Benz A 250

El motor está asociado a una caja de cambios automática de doble embrague 7G-DCT. Una transmisión que hace un buen trabajo al seleccionar rápidamente la marcha óptima durante la conducción normal, y que también responde lo suficientemente rápido a nuestras órdenes. Es a velocidades bajas y al iniciar la marcha cuando puede resultar algo brusca. Tampoco recomiendo dejar activada la función Start/Stop, ya que emite una molesta vibración cuando se vuelve a encender además de un inquietante ruido en la transmisión. 

El modo manual es el más recomendable en tramos de montaña en los que queramos sacar el máximo provecho del coche. Si pasado un tiempo el coche detecta que no estás interactuando con las levas volverá a activar el modo automático por su cuenta. 

Los frenos cumplen perfectamente con su función ofreciendo una potencia de frenando suficiente para un coche de esta potencia y peso

Lo bueno es que sí apreciamos diferencias entre unos y otros. Lo menos bueno es que ni con modo Sport se consiguen las mismas sensaciones que, por ejemplo, nos brinda un Volkswagen Golf GTI. Ni rastro de petardeos en el escape o bramidos sugerentes. El A 250 es un coche muy rápido con un motor potente pero que no está acompañado de un sonido -ni siquiera falso como el de un Peugeot 308 GTI- que ponga los pelos de punta.

Prueba Mercedes-Benz A 250

La dirección es ligera y precisa pero tiene un tacto que resulta artificial y poco comunicativo. No es que precise de excesivas correcciones, pero en ocasiones me hizo falta ser más directo para mantenerme en la trazada deseada. Aún así resulta suficientemente rápida para que puedas disfrutar enlazando curvas por tu puerto de montaña preferido.

Contamos con discos autoventilados delante y frenos de disco macizos detrás. El pedal ofrece un tacto duro y dosificable aunque parece actuar de manera más firme una vez pasado el primer tercio de su recorrido. El conjunto es capaz de detener con solvencia los 1.455 kg de peso que declara el Clase A.

Conclusión: ¿Decisión racional o emocional?

En definitiva, Mercedes ha hecho un muy buen trabajo con el nuevo Clase A puliendo algunos de las carencias de la generación anterior y mejorando en todos los apartados. A pesar de tratarse del modelo de acceso a la firma de la estrella, el compacto germano comparte elementos con modelos de la talla del Clase S. Todo ello, por un precio que parte de los 29.225 euros en su versión más económica.

Prueba Mercedes-Benz A 250

A la espera de poder probar el nuevo BMW Serie 1 y de conocer el nuevo Audi A3 Sportback, podemos decir que, con el nuevo Clase A, Mercedes se reafirma como una de las principales referencias del segmento C.

Centrándonos en nuestra unidad de pruebas, el A 250 está pensado para todos aquellos que buscan un compacto racional con tintes deportivos y no están dispuestos a embarcarse en el desembolso extra que supone la firma AMG. Algo parecido a quedarse a las puertas del cielo.

Prueba Mercedes-Benz A 250

No podemos calificar al A 250 como un lobo con piel de cordero. Y menos si monta el paquete AMG Line que presenta una estética muy similar a la de su hermano mayor, el Mercedes-AMG A 35. Este último parte de los 57.675 euros en nuestro país por lo que, a priori, parece fuera de toda lógica desembolsar los casi 60.000 euros que cuesta nuestra configuración.

Prueba Mercedes-Benz A 250

Más allá del precio, el nuevo Mercedes-Benz A 250 equipa un motor potente y presenta una buena puesta a punto. En su carta de presentación podría poner algo así como «un coche equilibrado con ciertas licencias para disfrutar de una conducción deportiva». Además, el equipamiento tecnológico del compacto germano se sitúa muy por encima de lo estamos acostumbrados a ver en sus rivales.

En Planeta del Motor: Mercedes-AMG A35: 306 CV para ir a por los Golf R, Audi S3 y BMW M140I | Prueba Mazda3 2019: un compacto con hambre de germanos

Sobre el Autor

Javier Jiménez

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