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Prueba Mazda3 2019: un compacto sin complejos con hambre de germanos

Prueba Mazda3

Probamos el nuevo Mazda3 2019, un compacto que se presenta como la piedra angular sobre la que el fabricante de Hiroshima dibujará su futuro. El diseño del nuevo Mazda3 está inspirado en el bello KAI Concept que pudimos ver por primera vez en el Salón Internacional de Tokio de 2017. Una suerte que los japoneses hayan hecho realidad una línea exterior tan cuidada y llamativa. Estamos ante un modelo que estrena plataforma (Skyactiv Vehicle Architecture) y que está disponible en carrocería hatchback y sedán.

El nuevo Mazda3 2019 se presenta como uno de los compactos más interesantes de su segmento por su diseño, equipamiento y comportamiento dinámico

Desde que llegó al mercado en 2003, el Mazda3 se ha caracterizado por su marcado diseño deportivo, la calidad de acabados y la eficiencia de su gama mecánica. A día de hoy, el Mazda3 se sitúa justo por detrás de los CX-5 y CX-3 en el ranking de ventas del fabricante. Con la cuarta generación, presentada en el Salón del Automóvil de Los Ángeles, Mazda presenta un compacto sin complejos que llega dispuesto a batirse con modelos premium como el Mercedes-Benz Clase A, el BMW Serie 1 o el Audi A3

El nuevo Mazda3 es un fiel reflejo de la filosofía Jinba ittai por la que apuestan los japoneses. Significa, literalmente, la «fusión entre el jinete y su montura». Un planteamiento que sitúa al conductor como eje central. Por ello, Mazda ha creado un vehículo hermoso, que combina lo clásico y lo moderno y despeja todos los elementos innecesarios.

A la espera de que se incorpore a la gama el nuevo motor Skyactiv-X de 180 CV, el Mazda3 está disponible con un bloque gasolina de 122 CV y otro diésel de 116 CV

Por el momento, la oferta mecánica se compone de dos opciones distintas: una versión gasolina Skyactiv-G y una diésel Skyactiv-D. A partir del próximo mes de octubre llegará a los concesionarios una nueva variante gasolina con el esperado motor Skyactiv-X de 180 CV. Se trata del primer motor de gasolina fabricado en serie que utiliza en parte el sistema de combustión de un motor diésel. Será la única motorización de la gama Mazda3 2019 que podrá disponer de tracción total i-Activ. Además, existen seis niveles de acabado distintos: Origin, Origin-X, Evolution, Evolution-X, Zenith y Zenith X.

En esta ocasión nos ponemos al volante de un Mazda3 con motor 2.0 Skyactiv-G de 122 CV y cambio manual de seis velocidades. Nuestra unidad de prensa cuenta con el acabado Zenith, el paquete Safety y el Pack Black. Esta configuración tiene un precio de partida de 26.115 euros incluyendo transporte, IVA e impuesto de matriculación. En nuestro caso contamos con algunos elementos opcionales que aumentan el coste hasta los 30.524 euros. Aquí os dejamos la ficha oficial con todo el equipamiento. Nos ponemos en marcha para analizar todos los detalles del modelo japonés.

¿El diseño exterior más atractivo del segmento?

La carrocería del nuevo Mazda3 presenta un enorme ejercicio de diseño a sus espaldas. La nueva cara del compacto japonés deja claro que Mazda ha sabido actualizar el original lenguaje de diseño Kodo por el que apuesta. Apreciamos una carrocería muy redondeada casi sin presencia de las típicas nervaduras que acostumbramos a ver en modelos de su segmento. Esto supone un gran impacto para la vista dando lugar a una silueta muy limpia y fluida. El Mazda3 es un coche atractivo, moderno y deportivo.

Las medidas del nuevo Mazda3 son de 4,46 metros de largo, 1,80 metros de ancho y 1,44 metros de alto. Por su parte, la distancia entre ejes se fija en 2,73 metros de longitud. 

Nos encontramos un capó alargado con una inclinación bastante pronunciada. El frontal está presidido por una enorme parrilla acabada en negro que sigue la línea de la nueva hornada de modelos del fabricante nipón. En posición central encontramos el logotipo de la marca y a ambos lados unos pilotos de diseño afilado muy bien integrados. Los grupos ópticos delanteros y traseros cuentan con tecnología Full LED. La parte baja del paragolpes incluye un labio inferior en plástico negro.

El perfil destaca por la acusada caída del techo y la presencia de un pilar C muy ancho. La línea de cintura del coche también queda bastante elevada. Nuestra unidad monta unas llantas de 18 pulgadas en gris oscuro metalizado montadas sobre un juego de neumáticos Toyo Proxes de medida 215/45.

La zaga aporta presencia al conjunto. Por encima de la luneta encontramos un generoso spoiler acabado en negro que integra la tercera luz de freno. El paragolpes trasero cobra mayor presencia en la parte baja y queda unido a una especie de difusor de color negro brillante. En sus extremos quedan integradas dos salidas de escape circulares que en este caso sí son reales.

El nuevo Mazda3 presenta una línea exterior limpia y fluida desde cualquier vista en la que apenas podemos apreciar nervaduras

Nuestra unidad de pruebas luce una pintura metalizada en color Soul Red Crystal que tiene un coste de 800 euros. En total, tenemos a nuestra disposición una paleta formada por nueve tonalidades distintas con las que personalizar el compacto nipón. 

Un interior con luces y sombras

El habitáculo del nuevo Mazda3 se inspira en la filosofía Jinba-Ittai que apuesta por la conexión entre coche y conductor por encima de todo. Diseño y tecnología se dan la mano para lograr despertar las mejores sensaciones al volante. De esta manera encontramos un interior simétrico, elegante y minimalista que rehuye de lo superfluo para tratar de evitar distracciones innecesarias.

Prueba Mazda3

En este apartado Mazda vuelve a dar un enorme paso a adelante en relación al ajuste y la calidad de los elementos empleados. Encontramos superficies mullidas sobre el salpicadero y los guarnecidos de las puertas; forradas en piel sintética. Los plásticos duros de la consola central presentan un tacto agradable, si bien la presencia de superficies en negro piano, tan habituales en la actualidad, le restan un punto de practicidad.

El color negro predomina sobre la mayor parte de los elementos del interior. Esto aporta una atmósfera elegante a la par que moderna. Cuando llegue al mercado la variante con el motor Skyactiv-X también se podrá escoger una acabado con las molduras de las puertas y el salpicadero en el mismo tono de la carrocería.

Prueba Mazda3

El correcto ángulo de apertura de las puertas delanteras permite acceder al vehículo sin ningún problema. Una vez dentro, te encuentras en una posición baja y envolvente. El puesto de conducción resulta bastante cómodo gracias a unos asientos con cierto aire deportivo que recogen bien la espalda. Las plazas delanteras de nuestra unidad están forradas en cuero de buena calidad y son calefactables. Además, el Pack Black (1.800 euros) que montaba nuestro Mazda3 incluye asiento del conductor con ajuste eléctrico, lumbar y función de memoria.

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Frente a nosotros encontramos un volante multifunción de tres radios totalmente de diseño redondo. Bravo por Mazda que no sigue la tendencia de los poco prácticos volantes achatados que encontramos en otros vehículos de su segmento. El tamaño del aro es generoso, pero el grosor es el adecuado y ofrece un tacto excelente.

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El salpicadero está ligeramente orientado hacia el conductor y el cuadro de instrumentos, formado por tres esferas, es de fácil lectura. De los tres relojes dos son analógicos y el tercero, en posición central, es digital y eso supone que podemos configurar su diseño e información. Lo cierto es que en lo referido al equipamiento tecnológico, si bien todo funciona a las mil maravillas, Mazda parece estar un paso por detrás de la competencia. Si bien es cierto que su filosofía va por otro camino, estamos ante un planteamiento con el que costará convencer a los más techies.

Si bien el salto de calidad en relación al ajuste y la elección de los materiales empleados es notable, en el apartado tecnológico Mazda aún debe mejorar

La visibilidad es buena así como también la insonorización del habitáculo. También contamos con un Head Up Display proyectado en la luna con información como el velocímetro digital o las guías de navegación. Este sistema puede regularse en altura y viene de serie desde el acabado de acceso Origin.

Prueba Mazda3

En la parte superior del salpicadero encontramos el sistema de infoentretenimiento que cuenta con una pantalla de 8,8 pulgadas. Presenta la última evolución del sistema de infoentretenimiento Mazda Connect, un nuevo navegador y es compatible con Android Auto y Apple CarPlay.  Para poder interactuar con la pantalla deberemos utilizar los comandos de voz o el HMI Commander, una ruleta encuadrada en la consola central justo por detrás de la palanca de cambios. No debemos olvidar el sistema de audio Bose que en nuestro caso cuenta con doce altavoces y ofrece un sonido excelente.

Prueba Mazda3

Por debajo quedan los mandos encargados de la climatización, que son dos ruletas de funcionamiento sencillo con un tacto bastante suave. Lo que menos me ha gustado es la posición de las salidas de ventilación del copiloto, totalmente enfrentadas a él, lo cual resulta incómodo y penaliza el confort de los pasajeros de las plazas traseras.

Prueba Mazda3

En relación al espacio de almacenamiento, encontramos huecos portaobjetos sobre las puertas delanteras y traseras, la guantera tradicional, dos portabebidas en la consola central y un profundo cofre bajo el reposabrazos que en nuestra unidad alberga el punto de carga inalámbrica para dispositivos móviles. 

Prueba Mazda3

La pronunciada caída del techo hace que el acceso a las plazas traseras resulte complicado para los más altos. Una vez dentro la sensación de amplitud se ve ciertamente comprometida porque las ventanillas son pequeñas y quedan en una posición alta. Dos adultos podrán viajar cómodos, siempre y cuando no midan más de 1,85 m de altura. La plaza central, como suele ser habitual en el segmento, queda reservada para niños o trayectos cortos. Si lo comparamos con sus competidores, echamos en falta la presencia de toberas de aire en las plazas posteriores o de un sistema de carga USB.

Prueba Mazda3

El maletero del nuevo Mazda3 ofrece 358 litros de capacidad. Son 14 litros menos que en la anterior generación y un dato inferior al de un Audi A3 Sportback, Volkswagen Golf o Mercedes-Benz Clase A, pero suficiente para albergar un par de maletas de tamaño medio. Con los respaldos de las plazas traseras abatidos, su capacidad aumenta hasta 1.026 litros. Bajo el piso encontramos una rueda de repuesto de tipo galleta que aloja el subwoofer del equipo de sonido Bose en su interior.

A destacar el precio del Pack Safety que incluye un completo equipamiento en materia de seguridad por mucho menos de lo que acostumbramos a ver en el mercado

Un detalle que no me ha gustado nada es el botón del portón encargado de cerrar completamente el coche cuando lo normal es utilizar ese botón solo para bajar el portón cuando es eléctrico. El problema es que si pulsas ese botón y tienes las llaves dentro, las puertas quedan automáticamente bloqueadas. Si esto te ocurre, tendrás que acceder a través del maletero para poder abrir el coche. 

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En cuanto a sistemas de seguridad, el nuevo Mazda3 equipa el Pack Safety (1.000 euros) con Asistente de tráfico y crucero (CTS), Detector de tráfico trasero con frenada activa (RCTB), Monitor de visión 360º, Detector de tráfico delantero (FCTA), Detector de fatiga con cámara y Sistema de asistencia a la frenada en ciudad trasero (SCBS R).

Si echamos un ojo al mercado y buscamos algún rival con un nivel de equipamiento y potencia similares a los de nuestra unidad encontramos las siguientes opciones:

  • Volkswagen Golf Sport 1.0 TSI 85 kW (115 CV) 6 velocidades desde los 32.839 euros.
  • Audi A3 Sportback 30 TFSI (116 CV) 6 velocidades con acabado S Line desde los 35.080 euros.
  • BMW 118i (118 CV) 6 velocidades con acabado Advantage desde los 36.362 euros.
  • Mercedes-Benz A180 (136 CV) 6 velocidades desde los 38.379 euros.

¿Es lo suficientemente potente el motor Skyactiv-G?

El Mazda3 que probamos monta un bloque atmosférico de 2.0 litros con tecnología Skyactiv-G que rinde 122 CV y está asociado a un cambio manual de seis relaciones. Este motor entrega un par máximo de 213 Nm a 4.000 rpm. Cuenta además con sistema de desconexión de cilindros. Esto implica que el motor puede funcionar con dos o con cuatro cilindros, y cambia automáticamente de un modo a otro en función de las condiciones de conducción. El accionamiento de este sistema es imperceptible desde el interior.

Prueba Mazda3

Hay que tener en cuenta que el motor que llevamos a la hora de buscar rendimiento o hacer adelantamientos en carretera secundaria, es decir, jugar con el cambio para ir al rango de par adecuado. Las bondades de este motor son su progresiva entrega de potencia y su ausencia de ruidos y vibraciones. No es un motor que sorprenda por la pegada, pero sí por su elasticidad desde muy bajo régimen, subiendo de vueltas hasta las 5.000 rpm. Es a medio régimen donde el bloque Skyactiv-G se encuentra más vivo. Sobre el papel, la firma japonesa anuncia una velocidad máxima de de 197 km/h y un 0 a 100 km/h en 10,4 segundos exactos.

El nuevo Mazda3 luce la etiqueta ECO de la DGT sobre el parabrisas gracias a la tecnología Mild Hybrid que introduce la firma japonesa en su motor Skyactiv-G

Este bloque va asociado a una arquitectura eléctrica de 24 V y a un pequeño generador eléctrico de 1,7 kW que ayuda a reducir el consumo y las emisiones y convierte al compacto japonés en un Mild Hybrid. Pero no sólo suma economía, sino que también aporta fluidez de conducción aún cuando su estrategia no es añadir empuje sin más, sino llenar vacíos en transiciones. No obstante, su funcionamiento no es como el de un Toyota Prius o un Hyundai Ioniq, ya que el motor eléctrico nunca funciona por sí sólo sino que asiste al motor de gasolina. Todo ello ha supuesto un discreto aumento de 25 kilos en su peso respecto a la anterior generación llegando hasta los 1.274 kilos.

Prueba Mazda3

Gracias a este sistema, el nuevo Mazda3 luce el distintivo medioambiental ECO de la Dirección General de Tráfico sobre el parabrisas. El resultado es un consumo medio homologado de 6,2 l/100km en el ciclo WLTP. Una cifra que se acerca mucho a los 6,5 l/100 km que registramos durante la semana de prueba. Si, por el contrario, optamos por una conducción más deportiva, la cifra asciende ligeramente hasta los 7,5 l/100 km. 

Sensaciones al volante

El nuevo Mazda3 es un coche de sensaciones para gente que valora la diversión al volante por encima de otros parámetros. El habitáculo está muy bien insonorizado y los pocos ruidos que se pueden llegar a filtrar son de rodadura. El coche es muy cómodo y ofrece reacciones nobles en todo momento.

Prueba Mazda3

El chasis es capaz de hacer frente a la potencia del motor Skyactiv-G con solvencia. Si bien los 122 CV del motor Skyactiv-G que probamos pueden parecer algo escasos, tendremos que esperar para ver qué nos depara el esperado Skyactiv-X con 181 CV que llegará en los próximos meses. ¿Llegaremos a ver algo más radical como una posible versión MPS?

Se confirma lo esperado: el chasis del nuevo Mazda3 está muy por encima de los 122 CV de potencia que ofrece el bloque de 2.0 litros Skyactiv-G

Como viene siendo habitual en Mazda, la caja de cambios tiene un tacto excelente. Se encuentra por encima de la media del segmento y se siente ágil y preciso. Recuerda a la palanca del Mazda MX-5 por su tamaño, su acabado y sus cortos recorridos. Y esto es una gran noticia ya que, como he señalado anteriormente, es uno de esos coches que invitan a jugar con la palanca. Recomiendo encarecidamente esta opción sobre la versión automática a no ser que se vaya a optar por un uso eminentemente urbano.

Prueba Mazda3

La dirección es rápida y transmite bien el nivel de adherencia de los neumáticos. Ofrece un buen ángulo de giro y un peso adecuado. En ciudad es cómoda y permite callejear y realizar maniobras de estacionamiento sin ningún problema. En vías rápidas la sensación de aplomo es muy alta, lo cual aporta sensación de seguridad.

Es importante mencionar el sistema G-Vectoring Control Plus, un sistema de control del par de giro rueda por rueda que ayuda a mantener el coche en la trazada perfecta. Este sistema ya lo traía el anterior Mazda 3, aunque en el nuevo se trata de una evolución.

Prueba Mazda3

La suspensión tiene un tarado bastante firme sin llegar a resultar incómoda. Sin embargo, tiene un paso por curva rápido y preciso y no acusa balanceos o inclinaciones de la carrocería. El pedal del freno tiene un tacto duro y actúa de manera firme desde el primer tercio del recorrido.

Conclusiones

En definitiva el nuevo Mazda3 es un excelente producto que gustará a todos aquellos que busquen sensaciones en un coche por encima de otros factores. Un coche que obedece a un planteamiento diferente tanto por su atrevido diseño como por su mecánica. Cuando la mayoría de sus rivales opta por motores pequeños turboalimentados, Mazda continúa apostando bloques atmosféricos de dos litros. Todo ello para garantizar la mejor experiencia de conducción posible. Y vaya si lo han conseguido.

Prueba Mazda3

Como contrapunto hemos de decir que es uno de esos coches que antepone la forma a la función en algunos aspectos. Sus formas penalizan el acceso y habitabilidad de las plazas traseras restando practicidad. Por otro lado, el maletero tampoco es de los mejores del segmento en términos de capacidad. Aún así, hay espacio más que suficiente para cargar un par de maletas y alguna mochila.

Prueba Mazda3

Por otro lado, el motor 2.0 Skyactiv-G ofrece buenos consumos y, gracias al sistema de hibridación que monta, obtiene etiqueta ECO de la DGT. Esto nos permitirá disfrutar de las ventajas que gozan los vehículos híbridos en las grandes ciudades. Este es un punto muy a tener en cuenta entre los conductores que necesiten acceder con frecuencia al núcleo de grandes ciudades como Madrid o Barcelona.

Por último, a igualdad de equipamiento, el Mazda3 resulta bastante más económico que sus rivales alemanes y, además, cuenta con una alta dotación desde la versión más accesible. Esperamos contaros pronto qué tal se adapta el compacto japonés al esperado bloque Skyactiv-X.

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Sobre el Autor

Javier Jiménez

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