El Aston Martin Vantage 2018 ya está aquí. Después de un largo período de espera repleto de infinidad de adelantos, fotos espía e incluso de verlo rodar camuflado hace unos días en el circuito de Rockingham en manos del piloto Max Verstappen, la imagen definitiva del nuevo deportivo inglés por fin ha sido revelada. De esta manera el fabricante inglés da continuidad a su promesa de añadir un modelo nuevo cada año a su catálogo hasta 2023.
El equipo de diseño de Aston Martin ha realizado un minucioso trabajo sobre el Vantage 2018 poniendo sus agresivas líneas al servicio de la aerodinámica
A primera vista su diseño exterior parece el resultado de una combinación entre el DB10 que vimos en la última película de James Bond y el radical Aston Martin Vulcan. En esta ocasión, las líneas del Vantage 2018 presentan un look mucho más agresivo. Sin duda, sus curvas demuestran que el equipo de Marek Reichmann se ha preocupado especialmente por el aspecto aerodinámico. El 70% de los componentes del chasis de aluminio del Vantage 2018 son totalmente nuevos y específicos para este biplaza. El resto los toma de uno de sus hermanos, el DB11.
El frontal está presidido por un capó de gran longitud bajo el que podemos apreciar cómo la tradicional calandra de Aston Martin se convierte en esta ocasión en una enorme entrada de aire. También encontramos otros elementos como un generoso splitter delantero y unas nuevas ópticas de menor tamaño a las que estamos acostumbrados a ver en los coches de la firma inglesa. Sin embargo, es en la zaga donde el trabajo de diseño más nos ha gustado. Aquí encontramos los rasgos que más distinguen a este Vantage 2018. Nos llaman la atención sus finas ópticas LED unidas por una “joroba” sobre el portón del maletero. En la parte baja del paragolpes y entre unas salidas de escape dobles redondeadas, tenemos un difusor que viene pintado en el mismo tono que la carrocería. A estas alturas todos nos hemos fijado en el llamativo color lima que Aston Martin ha elegido para su unidad de presentación. Es curioso y más teniendo en mente el típico gris que siempre ha estado presente en sus anteriores modelos. Parece que los ingleses pretenden captar todas lar miradas sobre su nueva apuesta.
En el interior, el puesto de conducción se ha rebajado 10 mm. Aquí todo parece dispuesto para premiar la experiencia de conducción y realzar el espíritu deportivo del coche. Encontramos unos asientos deportivos forrados en cuero y Alcántara. Estos mismos materiales también están presentes sobre gran parte de los revestimientos interiores. Al igual que en el resto del coche, el aspecto del habitáculo es mucho más agresivo. La consola central ha sido completamente rediseñada y presenta una nueva disposición triangular del selector de cambios. El sistema de infoentretenimiento del nuevo Aston Martin Vantage 2018 será el mismo que lleva el DB11. Este equipo está dotado de una pantalla central LCD de 8 pulgadas firmada por Mercedes-AMG. Sorprenden los 350 litros de capacidad de carga que hay tras los asientos; más que suficientes para hacer alguna escapada.
El nuevo Aston Martin Vantage 2018 alberga un propulsor V8 biturbo de 4.0 litros de origen AMG capaz de desarrollar 510 CV de fuerza bruta
Centrándonos en el apartado mecánico, el Vantage 2018 alberga en su interior un corazón puramente alemán. Tal y como se esperaba, el nuevo deportivo inglés esconde bajo el capó un propulsor V8 biturbo de 4.0 litros de origen AMG. Este bloque, que también lo encontramos en el DB11 V8, desarrolla una potencia de 510 CV y un par de 685 Nm entre las 2.000 y las 5.000 vueltas. Los ingenieros de Aston Martin han instalado el motor lo más atrás posible con el objetivo de reducir el centro de gravedad y equilibrar el peso entre los dos ejes. De la gestión de las marchas se encarga a una caja de cambios por convertidor de par de ocho velocidades firmada por ZF.
Los números dicen que el Aston Martin Vantage 2018 es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y puede alcanzar una velocidad máxima de 314 km/h. Éstas más que respetables cifras son posibles en gran medida por el ligero peso del coche (tan sólo 1.530 kg en vacío). Y es que si hablamos en términos de aceleración, el Vantage 2018 es mucho más rápido que el anterior V8 Vantage y también que el V12 Vantage S. Sin duda, la sinergia de los de Gaydon con Affalterbach da como resultado un remarcable salto.
Por primera vez en el Vantage se equipa un diferencial trasero electrónico. La suspensión adaptativa permitirá elegir entre 3 modos de conducción: Sport, Sport Plus y Track
Como novedad, y por primera vez, Aston Martin incorpora en el Vantage 2018 un diferencial trasero electrónico (E-Diff). Este complejo sistema, que trabaja junto al ESP, entiende el comportamiento dinámico del coche y es capaz de pasar de estar abierto a bloqueado al 100% en cuestión de milisegundos. Además, el nuevo deportivo inglés montará una suspensión adaptativa Skyhook regulable en tres modos de conducción: Sport, Sport Plus y Track. El nuevo Vantage monta un juego de neumáticos Pirelli P Zero de diseño específico.
Parece que Aston Martin ha llevado a cabo un trabajo pensado en exprimir al máximo el comportamiento dinámico del Vantage 2018. Con todo ello nos surge la inquietante duda de conocer si el nuevo deportivo inglés es capaz de hacer frente a modelos de la competencia como el Porsche 911 o el Audi R8.
Según ha anunciado la marca, el Aston Martin Vantage 2018 tendrá un precio de salida de 120.900 libras en el Reino Unido; 154.000 euros en Alemania y 149.995 dólares en Estados Unidos. Aún desconocemos el coste que tendrá en nuestro país. Aunque ya se encuentra a la venta, sus compradores no lo recibirán hasta el segundo trimestre del próximo año. Por si el arriesgado color Lime Essence de la unidad presentada no os termina de convencer, el fabricante ha incluido en su página web un completo configurador para personalizar el coche a nuestro gusto. Detalles como el color de la carrocería, los espejos retrovisores, las pinzas de freno o el difusor trasero pueden ser elegidos entre una paleta de 41 colores distintos. Todos estos detalles, así como los acabados exteriores en carbono, supondrán un correspondiente aumento en el coste final, que aún no conocemos.
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Javier Jiménez
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