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Prueba Skoda Karoq Sportline 2019: acabado deportivo para uno de los C-SUV más cómodos y mejor equipados

Hasta hace unos años, cuando pensábamos en Skoda lo primero que nos venía a la mente era la imagen de un vehículo discreto, de corte familiar y diseño funcional. Sin embargo, el lenguaje de diseño de la firma checa ha evolucionado ganado en presencia y frescura. Sus últimos productos demuestran un importante salto de calidad en todos los apartados sin descuidar los intereses de su público objetivo. Las máximas del fabricante checo continúan siendo soluciones prácticas, fiabilidad y buenas prestaciones.

El Karoq es el relevo natural del Skoda Yeti y la primera apuesta del fabricante checo para el segmento de los SUV compactos

Después de habernos puesto al volante del pequeño Citigo y del Octavia RS, damos el salto a la gama SUV para poner a prueba las cualidades del Skoda Karoq. La firma del Grupo VAG presentó el modelo en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 2017.  Se trata de su segunda propuesta para el mercado de los sobreelevados. Su hermano mayor es el Kodiaq. El gran equilibrio entre precio y producto convierte al Karoq en un gran relevo para el Yeti y una alternativa más que interesante para quien busque un coche de este planteamiento.

prueba Skoda Karoq

El orígen de su nombre nace de la isla Kodiak de Alaska. Los habitantes de este territorio ayudaron a componer el nombre del Karoq, que en el idioma tribal Alutiiq es el resultado de mezclar la palabra “coche” (Kaa’rak) y “flecha” (Ruq). Peculiar cuanto menos pero en línea con el apellido Kamiq que lleva el nuevo SUV del fabricante que podremos ver en el Salón de Ginebra 2019.

El pasado año Skoda presentó en el Salón del Automóvil de París las versiones Scout y Sportline del Karoq que se suman a los otros tres acabados disponibles

Skoda cerró el curso 2018 con un total de 29.460 vehículos matriculados en nuestro país, lo que supone una progresión del 18,5% en comparación con el ejercicio anterior. A pesar de que el pequeño Fabia aún continúa siendo la estrella con 9.500 unidades comercializadas, la gama SUV ganan protagonismo y 5.143 de esas unidades recaen sobre el Skoda Karoq. Algunos de sus rivales son el SEAT Ateca, el Hyundai Tucson, el Kia Sportage, el Nissan Qashqai, el Peugeot 3008, el Renault Kadjar o el Volkswagen Tiguan.

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El pasado año Skoda presentó en el Salón del Automóvil de París dos nuevas versiones del Karoq. Por un lado pudimos conocer la versión Scout que enfatiza el carácter campero del modelo y, por otro, el acabado Sportline que se trata de la opción más deportiva. En esta ocasión nos probamos este último que se caracteriza por lucir una imagen más llamativa, un completo equipamiento y un catálogo formado por motorizaciones potentes.

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Probamos el Skoda Karoq Sportline con el motor 1.5 TSI de 150 CV de potencia y cambio automático DSG de siete velocidades. Siguiendo las directrices del configurador web de la marca, obtenemos un precio final de 33.780 euros incluyendo transporte, IVA e impuesto de matriculación. Aquí os dejamos con la ficha oficial de nuestra unidad de pruebas. Nos ponemos en marcha para analizar todos los detalles de este SUV compacto.

 

Un exterior con personalidad Skoda y ciertas similitudes al SEAT Ateca

El Skoda Karoq presenta un diseño exterior que se puede calificar como conservador con líneas marcadas y elegantes. En conjunto el vehículo se muestra como un coche musculoso y robusto. Es un diseño que da continuidad al nuevo lenguaje de diseño de Skoda que encontramos en otros modelos de la firma como el Kodiaq.

Sus medidas son de 4,38 metros de largo, 1,84 metros de ancho y 1,60 metros de alto; unos números que lo sitúan en la media de su segmento y muy cerca del SEAT Ateca y el Volkswagen Tiguan. Al igual que estos dos modelos, el Karoq se asienta sobre la plataforma modular MQB del Grupo Volkswagen. Su distancia entre ejes es de 2,64 metros de longitud y su altura libre sobre el suelo es de 172 milímetros.

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El frontal está presidido por una calandra de gran tamaño en color negro brillante. Los faros presentan un diseño horizontal y cuentan con tecnología Full LED. Justo por debajo, integradas sobre el paragolpes delantero y a la misma altura de la parrilla encontramos las luces antiniebla. En la parte baja encontramos un paragolpes con una amplia boca dedicada a la refrigeración del motor. El acabado Sportline se diferencia de la versión convencional por llevar pintado en el mismo tono de la carrocería el reborde inferior del morro e incluir dos pequeños ‘splitter’ en plástico visto a cada extremo. El frontal está coronado por el logotipo de la marca sobre el portón del capó.

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El perfil del Karoq es prácticamente idéntico al SEAT Ateca. Los marcados pasos de rueda y las barras longitudinales del techo enfatizan el carácter SUV del vehículo. Esta versión lleva unos faldones más agresivos que incorporan el logo Sportline. El Karoq luce unas bonitas llantas de aleación de 18 pulgadas acabadas en negro brillante que vienen montadas sobre un juego de neumáticos Michelin Primacy 3 de medida 215/50.

Visto de perfil el Skoda Karoq tiene bastantes similitudes respecto al SEAT Ateca, no obstante tanto el frontal como la zaga reflejan detalles estéticos propios del nuevo lenguaje de diseño del fabricante checo

En la zaga, predominan las líneas de horizontales, que se encargan de acentuar la anchura de la carrocería. Las luces traseras, que presentan la habitual forma de C en la marca, se dividen en dos partes, una de ellas integrada en el propio portón del maletero. Sobre el difusor trasero encontramos una franja cromada que simula una doble salida de escape pero que en realidad se queda en eso ya que el escape se encuentra debajo.

Tanto los espejos retrovisores como los marcos de las ventanillas vienen acabados en negro brillante. Skoda ofrece una paleta formada por seis colores diferentes para la carrocería del Karoq. Nuestra unidad luce un bonita pintura Blanco Luna metalizado que tiene un coste de 590 euros. Como vemos en las imágenes, la combinación entre blancos y negros resulta un acierto.

 

Un interior cómodo y espacioso con equipamiento de última generación

El habitáculo del Skoda Karoq presenta un diseño limpio con líneas sencillas y funcionales. Es innegable que se respira cierto clima de deportividad pero también lo es que no se pierde ni una sola pizca de confort. El sello del Grupo Volkswagen se deja notar tanto en la calidad como en el ajuste y el tacto de los materiales empleados. Las superficies acolchadas del salpicadero y los guarnecidos de las puertas se combinan con los plásticos duros pero de buen ajuste de la parte inferior y la consola central.

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Uno de los mayores alicientes que ofrece el interior del Karoq es la sensación de amplitud y el confort. El correcto ángulo de apertura de las puertas me permite acomodarme rápidamente. Una vez sentado en mi asiento no encuentro ningún problema relacionado con la visibilidad por la buena disposición de las superficies acristaladas. También contamos con suficiente espacio para las piernas y sobre la cabeza.

El interior del Skoda Karoq es bastante espacioso y denota un clima germánico con buena calidad y ajuste de los materiales empleados

El color negro predomina sobre la mayor parte de los elementos del habitáculo. A su vez, el Karoq cuenta con un gran número de departamentos y huecos portaobjetos. Para enfatizar el carácter dinámico de la versión Sportline, Skoda ha optado por implantar paneles en símil de fibra de carbono sobre las puertas, pedales acabados en acero inoxidable y un paquete LED que incluye iluminación ambiental personalizable.

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Mención especial merecen unos asientos deportivos con reposacabezas integrados tapizados en tela Thermoflux con costuras plateadas. Las plazas delanteras, regulables en altura y profundidad, ofrecen un buen mullido resultando bastante cómodas incluso en trayectos largos. También recogen a la perfección, algo que se agradece cuando circulamos por carreteras con tramos revirados. Tanto la plaza del conductor como la de su acompañante son calefactables.

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Frente a nosotros, un volante deportivo multifunción forrado en cuero y con microperforaciones achatado en su parte inferior. El tamaño del aro no resulta excesivamente grande lo cual nos permite contar con un buen agarre. El volante es regulable en altura y profundidad. Contamos con varios botones que nos permiten controlar el sistema multimedia, el mano libres y los diferentes sistemas de ayuda a la conducción. Tras él, unas pequeñas levas nos permiten jugar con el cambio cuando activamos el modo secuencial.

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Sobre el panel de instrumentos encontramos uno de los elementos tecnológicos más destacados del coche. Hablamos del Virtual Cockpit; un cuadro digital que hereda directamente de sus hermanos Audi y Volkswagen. Se trata de enorme una pantalla TFT a color de 10,2 pulgadas que muestra información con un diseño personalizable y gráficos 3D. El sistema no solo permite elegir lo que se muestra en la pantalla, sino cuánto predominan unos datos sobre otros. Todo ello controlado desde los mandos del volante, para no tener que separar las manos en ningún momento.

Desde hace unos meses Skoda incluye como opción en algunos de sus modelos el Virtual Cockpit, un tablero totalmente digitalizado y personalizable que ya hemos visto en otras unidades del Grupo VAG

La consola central está presidida por el sistema de infoentretenimiento Columbus con pantalla táctil de 9,2 pulgadas, servicios en línea Škoda Connect y compatibilidad con Android Auto y Apple Car Play. La respuesta táctil de este monitor es de las mejores que he probado, y no solo eso sino que también podemos navegar por ciertos menús mediante el control gestual. Este sistema cuenta con puerto USB, Bluetooth, dos ranuras para tarjetas SD, entrada auxiliar y reproductor de CD y DVD. Además, existe la posibilidad de crear un punto WiFi mediante una conexión 4G/LTE por tarjeta SIM. El precio de esta opción que también pueden incluir modelos como el Volkswagen Golf o el Passat, no es precisamente barato (1.070 euros).

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La posición de la pantalla es buena y nos permite ver toda la información relacionada con la conducción sin tener que desviar la mirada del frente. Además, el Virtual Cockpit digital nos permite consultar el mapa de navegación en el cuadro de instrumentos. Por otro lado, nuestra unidad equipaba el sistema de sonido Canton provisto de diez altavoces.

El completo sistema de infoentretenimiento Columbus ofrece un arsenal tecnológico de última generación que nos invita a pasar tiempo dentro del Karoq

Justo por debajo de la pantalla se ubican los mandos del climatizador y los botones destinados a las funciones de aparcamiento semiautomático, las luces de emergencia, el cierre y apertura de puertas y la activación del airbag del acompañante. El resto de la botonera se encuentra junto a la palanca del cambio. Estos últimos nos permiten elegir entre los distintos modos de conducción, la función Auto Hold, el freno de mano eléctrico y el control de tracción.

Entre las plazas delanteras encontramos un práctico reposabrazos que en su interior cuenta con espacio suficiente para dejar las gafas de sol, la cartera o las llaves de casa. En el plafón del techo y junto a los mandos encargados de accionar las luces de cortesía encontramos varios botones relacionados con el paquete Care Connect. Esta funcionalidad permite llamar automáticamente a los servicios de asistencia en caso de accidente o avería y activar el envío de datos al taller de cara a una cita. Otro de los atractivos del habitáculo es un gran techo solar corredizo panorámico (1.090 euros) que proporciona una luminosidad excelente.

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Las plazas traseras ofrecen espacio más que suficiente para usuarios de hasta 1,85 metros de altura. La banca es generosa, pero aún lo es más el espacio libre para las piernas. Incluso los ocupantes que se sienten en la plaza central podrán disfrutar del trayecto con las piernas estiradas ya que el túnel de transmisión no resulta demasiado intrusivo. Por su parte, la banqueta trasera también cuenta con anclajes Isofix para asegurar las sillas infantiles. Además, las dos plazas laterales también son calefactables. El único pero aquí atrás tiene que ver con la visibilidad que se ve comprometida por el tamaño de las plazas delanteras.

El sistema VarioFlex de Skoda que no incluía nuestra unidad, da la posibilidad de retirar los asientos traseros de forma independiente para lograr un espacio de carga que puede llegar a alcanzar los 1.810 litros

Como opción se pueden escoger los recomendables asientos VarioFlex. Este sistema que no incluía nuestra unidad permite desmontar cada asiento de forma individual para extraerlo del vehículo. Además, este equipamiento da la posibilidad de desplazar hasta 15 centímetros longitudinalmente cada butaca para ofrecer más volumen de carga.

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El maletero, con 521 litros de capacidad, es de los más amplios de su segmento. Sus líneas simétricas y la amplia boca de carga lo hacen muy aprovechable. Además, el portón del Karoq cuenta con apertura eléctrica. Como opción también se puede incluir el llamado pedal virtual bajo el paragolpes trasero que permite abrir la puerta con un simple movimiento de pie. Nuestra unidad de pruebas también cuenta con rueda de repuesto de tipo galleta y una bola de remolque extraíble mediante un botón en el maletero.

Si echamos un vistazo a algunos de sus rivales encontramos al Nissan Qashqai con 430 litros de capacidad, al SEAT Ateca con 510 litros de capacidad o al Volkswagen T-Roc con 445 litros de capacidad. Por debajo, modelos como el Opel Mokka X con 356 litros de capacidad o el Mazda CX-3 con 350 litros. En el caso de necesitar más capacidad, podemos abatir la banca trasera para aumentar la carga hasta los 1.630 litros.

No nos podemos olvidar de las prácticas soluciones “Simply Clever” por las que apuesta la marca. Entre ellas una lámpara LED extraíble y diferentes elementos de ayuda a la fijación en el maletero, una papelera en el revestimiento de la puerta del copiloto, una rasqueta en la tapa del depósito de combustible o un enchufe de 230V tras el reposabrazos entre otros elementos.

Originales cuanto menos las soluciones “Simply Clever” por las que continúan apostando los checos con elementos como una rasqueta en la tapa del depósito de combustible, una toma de 230V, una lámpara LED extraíble en el maletero o una práctica papelera acoplada a la puerta

Actualmente, el Skoda Karoq se puede seleccionar con cinco niveles de equipamiento en nuestro país: Ambition, Style, Like, Scout y Sportline. Nuestra unidad de pruebas contaba con una interminable lista de extras que por un lado nos viene bien para poder hablar de las ventajas de todo el equipamiento, pero por el otro suponen un incremento notable en el precio final del coche.

Las ayudas a la conducción vienen de la mano de un paquete que incluye Lane Assist, detección de ángulo muerto, Front Assist con predicción predictiva de peatones y control de crucero adaptativo, detector de ángulo muerto, alerta de tráfico posterior, sistema de reconocimiento de señales de tráfico o Traffic Jam Assist.

La unidad de pruebas también tenía algunos elementos opcionales que solo deberían ser montados si se va a hacer un uso intensivo de ellos. Hablamos de elementos como la calefacción con control remoto (1.045 euros), un detalle que salvo que vivamos en algún lugar con temperaturas extremas no será de gran utilidad.

Si echamos un ojo al mercado y buscamos algunos modelos con un nivel equipamiento y potencia similares a los de nuestra unidad encontramos las siguientes alternativas:

  • SEAT Ateca FR 1.5 Eco TSI 150 CV DSG-7 Start/Stop desde los 31.742 euros.
  • Volkswagen Tiguan Sport TSI 150 CV DSG-7 Start/Stop desde los 38.840 euros.
  • Nissan Qashqai Tekna+ DIG-T 160 CV DCT 7 Vel. / 4×2 desde los 29.800 euros.
  • Opel Grandland X Ultimate 1.2 Turbo 130 CV S&S Aut. desde los 28.259 euros.
  • Renault Kadjar Black Edition TCe 160 CV EDC GPF desde los 27.050 euros.
  • Peugeot 3008 GT Line PureTech 130 S&S EAT8 desde los 33.550 euros.
  • Jeep Compass Limited 1.4 Multiair 140 CV 4×2 desde los 31.680 euros.

 

¿Qué tal funciona el 1.5 TSI de 150 CV del Grupo VAG en el Karoq?

Nuestro Skoda Karoq monta el motor 1.5 TSI de 150 CV asociado a un cambio DSG automático de siete velocidades con levas tras el volante. Se trata de una configuración que podemos encontrar en otros modelos del Grupo VAG como el Volkswagen Golf o el SEAT León, entre otros. Esta mecánica desarrolla un par motor máximo de 250 Nm entre las 1.500 y 3.500 revoluciones.

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Es un bloque bastante ágil cuya entrega de potencia se hace notar desde la parte baja del cuentavueltas. En marcha resulta silencioso y lo suficientemente potente como para mover con soltura los 1.442 kg que pesa el Karoq. Sobre el papel, Skoda afirma que el SUV es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en 8,6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 203 km/h.

De entre las diferentes motorizaciones que ofrece Skoda para el Karoq, el bloque 1.5 TSI de 150 CV se posiciona como la más interesante por su correcto equilibrio entre comportamiento y eficiencia en cuestión de consumo

El 1.5 TSI cuenta además con sistema de gestión activa de cilindros. Esta tecnología desactiva dos de los cuatro cilindros cuando el sistema entiende que el motor no demanda toda su potencia. Tiene su aplicación en trayectos largos por carretera a velocidades continuas y permite ahorrar hasta un total de 0.5 litros de combustible a los 100 km. Este cambio no se percibe en absoluto desde el habitáculo, ni por comportamiento ni por sonoridad.

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En relación al consumo, después de rodar cerca de mil kilómetros en una semana hemos obtenido un registro medio de 7,3 litros litros a los 100 km. Un valor que se aleja de los 5,6 l/100 km homologados por la marca pero que no resulta descabellado. En carretera, con el control de crucero activo y a una velocidad de 120 km/h el gasto de carburante quedó en 6,8 l/100 km. Unos números bastante respetables teniendo en cuenta las características del coche. Eso sí, en el momento que nos volvamos exigentes con el pedal del acelerador el consumo se dispara por encima de los 10 litros.

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Por otro lado, a través del Drive Mode Select podremos elegir entre cuatro modos de conducción distintos: Normal, Eco, Sport e individual. Estos ajustes influyen en la dureza de la dirección, la respuesta del acelerador, la transmisión o el climatizador.

 

Suavidad de marcha y buenas prestaciones para el día a día

Una vez en marcha, el Skoda Karoq es un coche cómodo y fácil de conducir que atiende a las necesidades del día a día. Es un planteamiento coherente con la filosofía de la marca y con las bondades que requiere un modelo de su segmento.

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El habitáculo está muy bien insonorizado y los únicos ruidos que he podido percibir corresponden al apartado aerodinámico. El 1.5 TSI es un motor que ofrece buena respuesta, tiene empuje y es bueno en recuperaciones. Desde un primer momento se puede apreciar que los 150 CV son suficientes para mover con soltura al SUV.

Para exprimir todo el carácter dinámico del Karoq debemos activar el modo Sport que actúa directamente sobre la sensibilidad del pedal del acelerador, la transmisión y el tacto de la dirección

El modo de conducción en ECO establece unos parámetros que juegan en favor de la eficiencia en lo que a consumo de combustible se refiere. Las marchas se acortan y el cambio se realiza a bajas revoluciones. Un punto interesante de este modo de conducción está relacionado con el llamado efecto vela, el cual, una vez hayamos levantado el pié del acelerador, mantendrá estable la velocidad durante un breve tiempo, logrando ahorrar una buena cantidad de combustible.

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Por su parte el modo Sport estira las marchas hasta la parte alta del cuentavueltas, vuelve más sensible y reactivo el pedal del acelerador y aumenta ligeramente la dureza de la dirección. Es un modo que aporta cierto dinamismo a la marcha recomiendo activar en carreteras secundarias o tramos sinuosos.

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El tarado de la suspensión es bastante blando. Esto favorece una conducción relajada lejos de aspiraciones deportivas. Skoda plantea un SUV cómodo que te permitirá hacer infinidad de kilómetros sin apenas notarlo. A cambio, hemos encontrado cierto balanceo de la carrocería la hora de enlazar curvas en tramos de montaña. Sin embargo, este punto no llega a convertirse en un irritante en ningún momento.

El fabricante checo también pone a disposición de todos aquellos que busquen una conducción off-road un sistema de tracción a las cuatro ruedas, eso sí, únicamente está disponible para las variantes 2.0 TDI

La suspensión adaptativa (DCC o control dinámico del chasis) evalúa constantemente la situación de conducción y reacciona adaptando las características de amortiguación y dirección. El sistema DCC va siempre combinado con el selector de modo de conducción.

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La buena relación de marcha que ofrece el cambio DSG combinación perfectamente con lo modos de conducción que ofrece el coche. Además, el cambio secuencial, usando las levas tras el volante responde realmente rápido. La dirección tiene un buen tacto y el radio de giro nos ayudará a maniobrar con facilidad en la urbe. Ofrece una respuesta directa y nos transmite con exactitud en qué posición se encuentran las ruedas. En carretera mantiene una dureza adecuada y se muestra precisa a la hora de realizar adelantamientos. Los frenos ofrecen una respuesta firme que aporta seguridad en la marcha.

 

¿Es una compra acertada el Skoda Karoq?

El Karoq es una de las alternativas más recomendables del segmento C-SUV. Y eso es un punto a destacar si tenemos en cuenta que es la primera apuesta de la firma checa para este nicho de mercado. Skoda tiene claro cuáles son los gustos del público europeo y es algo sobre lo que viene trabajando muy bien durante los últimos años.

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El Skoda Karoq es un coche práctico, ideal para aquellas familias de tres o cuatro miembros que buscan un coche funcional. Además, las soluciones “Simply Clever” por las que apuestan los checos resultan tremendamente útiles el día a día. Por su parte, el acabado Sportline añade un toque de picante al conjunto.

Por otro lado, el motor 1.5 TSI de 150 CV del Grupo Volkswagen funciona tan bien como esperaba. A la espera de probar el SEAT Ateca, del que dicen que ofrece una configuración más dinámica, el Skoda Karoq me ha parecido un coche muy equilibrado. Estamos ante un SUV con una relación precio/producto excelente. Por poco más de 30.000 euros nadie a día de hoy ofrece tal nivel de equipamiento. Esto, unido a sus buenas prestaciones y sus números en materia de consumo lo convierten en una compra difícil de cuestionar.

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Sobre el Autor

Javier Jiménez

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