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Completamente nuevo pero fiel a su estilo: las claves del nuevo Mercedes-Benz Clase G

El Mercedes-Benz Clase G es el modelo más longevo que comercializa con la misma denominación Mercedes. Desde 1979, este ya icónico todoterreno ha ido evolucionando en muchos aspectos pero su diseño se ha mantenido fiel al original, con unas formas que irremediablemente nos evocan al pasado. El Clase G 2018 continúa con este estilo, pero que no haya lugar a equívocos: más allá de su apariencia es un modelo completamente nuevo y viene cargado de novedades.

Mercedes-Benz Clase G 2018: más largo, más ancho, más amplio

La apariencia del nuevo Clase G permanece inalterada y mantiene rasgos inconfundibles propios de este modelo, como sus formas cuadradas de líneas rectas, los robustos tiradores de las puertas, las bisagras de las mismas expuestas a la vista por la parte exterior, los intermitentes sobre el capó o la rueda de repuesto en el portón trasero. Sin embargo hay diferencias fundamentales en el diseño y ahora parece tener unas líneas con más tensión y un conjunto más armonioso.

Las líneas son las del Clase G de siempre, pero sus dimensiones cambian y es mucho más espacioso

Los pasos de rueda y los parachoques se integran mejor en este Clase G 2018, formando una parte más integral del conjunto y reduciendo la impresión de ser acoples estéticos complementarios. Pero además el nuevo Clase G cambia en sus proporciones: es 53 mm más largo y 121 mm más ancho, medidas que repercuten, entre otras cosas, en un habitáculo mucho más espacioso que antes.

Un interior con la última tecnología: sí, aquí sí lo parece

El incremento en sus cotas exteriores repercute directamente en la habitabilidad: el espacio para las piernas en la parte delantera crece hasta 38 mm, misma cifra que la ganancia en anchura para los hombros. Pero sin duda la mayor diferencia está en la parte trasera: hasta 150 mm más de espacio para las piernas de los pasajeros traseros, y 27 mm más de anchura.

El interior también se renueva completamente y, además, lo parece. Tiene la última tecnología y es aún más lujoso

Esta ganancia en espacio podría ser lo más reseñable en un interior que se actualiza por completo para tener, y además parecer, lo último en tecnología. En el habitáculo sí cambia notablemente el diseño, con un salpicadero totalmente rediseñado y un cuadro de instrumentos con dos pantallas de gran tamaño (12,3 pulgadas) idéntico a los que pueden equipar sus hermanos de marca.

El conductor puede elegir entre tres estilos diferentes para las pantallas («Classic», «Sport» y «Progressive») y además puede seleccionar la información relevante y el tipo de vista de acuerdo con sus necesidades individuales. El sistema de infoentretenimiento se hereda de otros modelos de la marca, e incluye el controlador redondo entre los dos asientos junto a un touchpad con respuesta háptica desde el que poder ejecutar ciertas órdenes al sistema.

Por supuesto no faltan recursos prácticos y de diseño: las rejillas de ventilación laterales reflejan la forma de los faros delanterios y no faltan el asidero delante del pasajero ni los tres botones para el bloqueo de los tres diferenciales. Sobra decir que los materiales elegidos y el nivel de acabados del interior son de la más alta calidad, como no podía ser de otra forma en un Clase G.

Cambios sustanciales a nivel de chasis, pero imbatible en off-road como siempre

Es difícil encontrar el equilibrio entre el campo y el asfalto cuando quieres ser tan bueno fuera de la carretera. Mercedes asegura que con el Clase G 2018 ha conseguido hacerlo más ágil y cómodo en la carretera, y aún mejor en conducción off-road. Para ello ha hecho cambios de importancia a nivel de chasis, manteniendo lo que es imprescindible.

La suspensión del Clase G 2018 es ahora independiente en el eje delantero, y aún así Mercedes asegura que las prestaciones off-road son mejores que antes

La suspensión es completamente nueva y abandona el eje rígido en la parte delantera en pro de un esquema independiente de triángulos superpuestos. La doble horquilla delantera están anclada directamente en el bastidor de largueros y travesaños, y los puntos de fijación de la horquilla inferior están colocados lo más arriba posible para garantizar las mejores prestaciones posibles lejos del asfalto. Esta suspensión ha sido desarrollada conjuntamente entre el equipo de desarrollo del Clase G y Mercedes-AMG, pero que no cunda el pánico: detrás sigue habiendo un eje rígido.

También siguen estando los tres diferenciales bloqueables al 100% y la reductora. Las prestaciones off-road siguen estando entre lo mejor del mercado y hablan por sí solas:

  • La altura libre al suelo asciende a 270 mm
  • Capacidad de vadeo de 700 mm (100 mm más que la generación anterior)
  • Capaz de ascender pendientes del 100%
  • Estable con 35º de inclinación lateral (7º más que antes)
  • Ángulo de ataque: 31º (+1) ; ángulo de salida: 30º; ángulo ventral: 26º (+1)

Además, la suspensión independiente en el eje delantero ha permitido aumentar la rigidez del conjunto y el nuevo eje rígido trasero, con cuatro brazos posteriores en cada lado y una barra Panhard, permite una conducción más confortable en asfalto. Aquí promete además ser mucho más ágil, gracias en buena parte a ser 170 kilos más ligero que el Clase G anterior.

Con el Modo G de conducción sale a relucir todo el potencial todoterreno del Clase G

Otra novedad del Clase G 2018 es la incorporación del DRIVE SELECT de Mercedes, es decir: la posibilidad de elegir entre varios modos de conducción cuyos cambios afectan a la respuesta del motor, la transmisión, la dureza de la suspensión, la dirección y los sistemas de ayuda electrónica. Pero además de los Comfort, Sport, Eco e Individual, el Clase G cuenta con el Modo G: sea cual sea el modo en el que vayamos circulando, si activamos el bloqueo de un diferencial o engranamos la reductora, se activa automáticamente el Modo G. Este adapta la amortiguación, la dirección, la respuesta del acelerador y el cambio para garantizar una capacidad todoterreno máxima.

Motores, transmisión y precio del Mercedes Clase G 2018

Por el momento, Mercedes-Benz sólo ha confirmado el G 500 para esta nueva generación, aunque en el futuro llegarán más motorizaciones tanto gasolina como diésel. El G 500 monta el V8 biturbo de 4.0 litros que rinde 428 CV y 610 Nm de par máximo. Irá acoplado a la transmisión 9G-Tronic, una caja automática por convertidor de par de nueve relaciones.

El Clase G 2018 llegará a los concesionarios en junio y en Alemania estará disponible desde 107.040 euros, un precio similar al de la generación actual.

En Planeta del Motor: El Mercedes-Benz Clase G Limited Edition es un G especial, y el comienzo de su despedida

Sobre el Autor

Diego Gutiérrez

Aprendí a leer con los nombres de los coches que veía por la calle. A los 6 días de sacarme el carné, rompí un diésel atmosférico. Disfruto conduciendo cualquier cosa con motor y ruedas y en mis ratos libres estudio cosas ingenieriles.
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