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Las mejores ediciones especiales del Rolls-Royce Phantom VII

Con motivo de la finalización de la producción del Rolls-Royce Phantom VII, hemos aprovechado para hacer una recopilación de las ediciones especiales más destacables que se han realizado durante los catorce años que este coche ha estado fabricándose. La marca se ha inspirado en eventos, lugares, personajes de renombre y países para crear los Phantom más especiales, hechos realidad por Rolls-Royce Bespoke, el departamento que se encarga de los encargos y proyectos de mayor exclusividad de la marca. 

Phantom Naples Winter Wine Festival 

Situado en el top 10 de los mejores eventos de entretenimiento para los estadounidenses más adinerados, el festival invernal del vino de Nápoles tiene lugar cada año en la soleada Florida. En 2005 Rolls-Royce se presentó allí con esta versión especial que cuenta, entre otras cosas, con una mini bodega en el maletero y un humidor de puros en la guantera. Se subastó con fines benéficos y su precio alcanzó los 800.000 dólares.

Phantom Pinifarina Hyperion 

Esta versión fue un encargo realizado por el coleccionista británico Roland Hall a Pininfarina. Basado en el Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé, este coche sustituyó gran parte del aluminio de sus chasis original por fibra de carbono y madera. Ha sido subastado en varias ocasiones alcanzando, como no, cifras millonarias.

Con motivo del sesenta aniversario del Concurso de elegancia de Pebble Beach, Rolls-Royce decidió crear una versión conmemorativa. Esta unidad, única en el mundo, presume de poseer en su maletero de un completo set de picnic, al cual, no le falta un solo detalle. Además de este exquisito extra, en el interior se encuentran inserciones que rinden homenaje a este histórico festival automovilístico. Se dice que encontró comprador tan solo quince minutos después de ser presentado.

Rolls-Royce 102EX Concept 

Aunque no llegó a ser producido y no se puede clasificar como una edición especial, hemos querido incluir a este Phantom por su sistema de propulsión totalmente eléctrica. El enorme propulsor V12 de 6.75 litros se sustituyó por dos motores eléctricos cuya potencia suma 395 CV. Logra un 0 a 100 en ocho segundos y una velocidad máxima de 160 Km/h limitada electrónicamente sin descuidar el lujo que le caracteriza. Quién sabe si en pleno apogeo de los coches eléctricos la marca retomará este proyecto.

Celestial Phantom 

Esta edición conmemora el día en el que el primer Phantom VII fue entregado a su propietario: 1 de enero del 2003. La cuestión es que Rolls-Royce se tomó muy en serio esta celebración y decidió dotar a este coche de detalles nunca vistos. El que más llama la atención sin duda es el techo estrellado hecho a mano y que se sirve de más de mil minúsculas bombillas de fibra óptica para recrear el firmamento que se pudo observar aquella noche de hace catorce años. Por otro lado, en el interior se hizo uso de 446 diamantes que son las pequeñas «estrellas» que se aprecian en las puertas y en el resto de inserciones del interior.

Chicane Phantom Coupé 

Posiblemente el Phantom más sport que hayamos visto. De serie, claro. Esta edición es un homenaje al circuito de Goodwood y su extensa y rica historia. La esencia de la histórica pista de carreras se materializó a base de inserciones de fibra de carbono por todo el interior, asientos con banderas de carreras bordadas y el enorme capó pintado en color negro mate. Pero no os confundáis, sigue siendo un Rolls-Royce en toda regla.

Pinnacle Travel Phantom 

Sin duda alguna, uno de los mejores trabajos que ha sido llevado a cabo por Bespoke. Dejando a un lado el sobresaliente nivel de los acabados, tanto interiores como exteriores, no podemos no hablar de la marquetería que baña su interior. Fue realizada mediante una herramienta de corte por láser, siendo necesarias 230 piezas diferentes provenientes de madera de primerísima calidad. Una verdadera obra de arte, sí señor.

Phantom Drophead Coupé Waterspeed Collection 

El mundo de la náutica ha sido un tema al que la firma británica ha recurrido en alguna que otra ocasión a la hora de personalizar sus coches. Éste en concreto es un tributo a Sir Malcolm Campbel, que estableció en la década de los 30 varios récords de velocidad sobre el agua a bordo del Bluebird K3, una embarcación motorizada por un motor Rolls-Royce Type R. El claro protagonista en este coche es la pintura, bautizada como Maggiore Blue, cuya aplicación necesita de nueve capas y que está presente hasta en el motor. Del interior merece la pena destacar el original diseño del medidor de potencia (Rolls-Royce no  utiliza tacómetros) y toda la información de los récords de Sir Malcom en la guantera.

Otro Phantom cuya imagen exterior es impecable, gracias al color tungsteno oscuro, pero siendo el interior lo verdaderamente relevante. Una vez más la tecnología de corte por láser de Rolls-Royce hace maravillas para crear toda la marquetería del habitáculo. Todas las inserciones de madera representan el skyline de diversas metrópolis mundiales, combinadas con los materiales más exquisitos y unos detalles cuidados al milímetro.

 Phantom Serenity

La firma puso toda la carne en el asador cuando hizo esta berlina de lujo. Los encargados del proyecto recurrieron a materiales como la seda o la madera de cerezo ahumado, al parecer una de las más caras del planeta. El interior requiere unas 600 horas de trabajo, que se suman a las 12 horas de pulidora que necesita antes su pintura especial, hecha de perlas y otros materiales, para alcanzar su peculiar brillo.

Phantom Limelight

El Phantom ideado para los  famosos y celebridades que no paran en casa. La marca tomó en consideración el estilo de vida que llevan muchos de sus clientes y creó una parte posterior denominada «Phantom Suite». Esta suite se personaliza al milímetro pudiendo crear nosotros los diversos portaobjetos que se encuentran por la parte trasera del habitáculo. Pero hay más: los asientos. Son los primeros en la historia del Phantom de tipo reclinable, diseñados codo con codo con el departamento médico de la firma para garantizar la postura más cómoda sin disminuir en un ápice la seguridad de los pasajeros.

Phantom Zenith Collection

La última edición especial que ha tenido el Phantom VII. Rolls-Royce la define como la perfección absoluta y sólo se fabricaron cincuenta unidades. Para el exterior se ha recurrido a combinaciones de color históricas que han llevado algunos de los modelos de la marca en sus 112 años de vida. La calidad y exclusividad del interior se materializan en detalles como las placas grabadas a láser de los reposabrazos, las cuales recogen algunos de los lugares más emblemáticos de la historia de esta generación del Phantom, como son Ginebra, Goodwood o Villa D’Este. En el maletero encontramos un completo set de picnic y una pequeña nevera con capacidad para dos botellas de champán.

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Fuente y fotos: Rolls-RoycePininfarina Top Gear

Sobre el Autor

Álvaro Pereda Aguilar

Vivo y estudio el doble Grado en Ingeniería Eléctrica y Mecánica en Sevilla. Soy un apasionado de los coches, desde siempre, y aspiro a pilotar aviones comerciales algún día, ya que ambas cosas no son incompatibles. Siempre leyendo las últimas noticias del mundo del automóvil y preparado para contártelas.

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