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SEAT 600 BMS, ¿eres tú el regreso del icónico utilitario?

SEAT adelanta una sorpresa que tenía guardada para el Salón de Barcelona, y es que, los modelos Ateca FR, Ibiza y León Cupra estarán acompañados por nada más y nada menos que un SEAT 600. Pero no un 600 cualquiera. Se llama SEAT 600 BMS, y es un homenaje al pasado con el que la marca española quiere conmemorar el 60 aniversario que cumple el mítico modelo SEAT 600 en este 2017.

Este modelo tiene como base el conocido SEAT 600D con techo retráctil de lona, y al igual que la primera generación, el 600 BMS cuenta también con puertas de apertura invertida -también conocidas como «suicida»-. Con un claro aspecto clásico, SEAT ha elegido para su exterior el color gris claro “twist metálico” que, acompañado con adhesivos en tono naranja a juego con las costuras de su interior, le da un nuevo aire contemporáneo al mítico 600. El SEAT 600 BMS mantiene las llantas y frenos originales, aportándole esa esencia clásica de la que no se quiere desprender.

Puertas suicida y techo de lona practicable le otorgan al 600 BMS una clara personalidad, con nuevos aires pero sin perder la esencia

¿Estamos ante una nueva era de clásicos «2.0»?

Tal y como vimos recientemente con el Mini Remastered, parece que algunas empresas apuestan por la actualización de sus modelos más icónicos, adaptándolos a los nuevos tiempos sin perder las líneas y el estilo clásico. Ejemplo de ello también son el Volkswagen Beetle y Fiat 500, aunque éstos cuentan con una renovada estética.

Por ahora, la marca ha sostenido que sólo se trata de un ejercicio de diseño, y nos tendremos que conformar con verlo en el expositor del Automobile Barcelona del 11 al 21 de mayo.

El 600 era conocido popularmente como Seiscientos, Pelotilla, u Ombligo (porque todos en España tenían uno).

El SEAT 600 fue producido entre los años 1957 y 1973, venía equipado sin cinturones de seguridad, ni retrovisores, ni radio –algo impensable hoy en día- y sólo estaba disponible en cuatro colores (verde, gris, beige o blanco). El futuro propietario del seiscientos no sabía en qué color lo recibiría, ya que esto era elegido de manera aleatoria.

La fama de este archiconocido utilitario también se debe a su precio. Éste era de 65.000 pesetas de la época, lo que consiguió que la mayoría de familias pertenecientes a la clase media pudiesen tener uno. En 1973 salía de la fábrica la última unidad. Para esa fecha, en las carreteras españolas circulaban ya en torno a  800.000 unidades.

 

Según indican desde SEAT, la producción del pelotilla no daba abasto

Otro factor a considerar del pelotilla era su mecánica. Pero no precisamente por la precisión de la misma o su alto rendimiento (rendía 21,5 CV), sino por un problema de refrigeración. Según su ingeniero, Dante Giacosa, supuso el mayor problema con el que se encontraron al crear el coche. La solución, según Dante, era revisar el radiador y llevar tensa la correa del ventilador.

Su objetivo era poner a España sobre ruedas

El Seiscientos tenía todos los factores para ser un éxito nacional: era un utilitario barato, sencillo, cómodo, manejable y versátil. El hecho de que lo tuviese una gran parte de españoles favoreció e impulsó el turismo interior y los memorables viajes por carretera. Esos viajes tan divertidos que hemos escuchado a padres y abuelos que hacía que el error en la refrigeración del Seiscientos careciese de importancia y fuese otra hazaña más en el largo viaje hacia la playa.

La decadencia del modelo llegó cuando salió en escena el Renault 5, un gran competidor del país vecino que ofrecía un dinamismo en la conducción casi idéntico pero con un grado más de comodidad y espacio, con una estética más moderna y mejores sistemas de seguridad.

Sea como fuere, nos declaramos fans de este utilitario que hoy en día se sigue viendo por las calles de nuestro país y hace que le sigas con la mirada, con un cierto sentimiento de nostalgia.

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Sobre el Autor

Álvaro Iglesias

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