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¿Dónde quedó el concepto original de los GTI?

Este es un artículo al que llevaba tiempo queriendo dar forma. Después de nuestro ranking de GTI’s de segunda mano por menos de 10.000 euros (al que seguirá otro para aquellos que habéis dicho que son poco fiables o demasiado viejos) nos ha estado rondando por la cabeza el por qué muchos fabricantes están dejando de lado el auténtico concepto de GTI, ya que pensamos que este concepto, poco a poco, se está difuminando entre lo que siempre ha sido, y lo que los fabricantes quieren vendernos. En definitiva, se está perdiendo.

Puede que muchos, al leer el párrafo de introducción, hayáis pensado que ni mucho menos. Puede que multitud de modelos se os hayan venido a la cabeza con la etiqueta GTI o alguna homónima suya como RS, por ejemplo. Para exponer mejor nuestras ideas, vamos a dividir por partes lo que conlleva ser un auténtico GTI, o mejor dicho, vamos a exponer qué es lo que hace que muchos coches que se autoproclaman GTI no lo sean en absoluto.

¿Dónde está el problema?

La relación potencia/peso de un GTI ha de estar en concordancia con el precio y el mantenimiento

Esta cuestión puede ser la pescadilla que se muerde la cola. Año tras año, modelo tras modelo, vemos cómo la potencia de todos y cada uno de los modelos que abundan el mercado aumentan su potencia, sean GTI o no sean GTI. Con cada renovación las marcas suman unos pocos caballos de potencia a las distintas motorizaciones de los modelos que componen sus gamas.

Este aumento de potencia, a mi parecer, se da por dos motivos. El primero es por la ganancia de peso a la que se han visto sometidos las últimas generaciones de cualquier modelo. Carrocerías y estructuras más reforzadas en pro de la seguridad de los ocupantes se han unido al aumento de tamaño que generación tras generación los modelos van ganando, esto último a favor de la habitabilidad interior. Por lo que para mejorar o igualar las prestaciones con respecto al modelo saliente, el nuevo modelo con esos kilos de más, ha de ser más potente.

Imagen: Top Gear

Imagen: Top Gear

El segundo motivo es algo con lo que en Planeta del Motor nos declaramos claramente en contra, y es la absurda competencia entre las marcas que no hace más que favorecer la ridícula escalada de potencia que vive el mercado en todos los segmentos. Por ejemplo, si el actual Audi RS3 llegó al mercado con 363 CV, su rival más directo, el Mercedes-AMG A45, en su restyling pasó de 360 a 381 CV… Venga, ¡a ver quién la tiene más grande!

Cengti_por_menos_de_10_000_euros_06trándonos en lo que era un GTI puro, por ejemplo, tenemos el caso del Renault Clio. Si nos fijamos en sus tres últimas generaciones, sus versiones Sport o RS han sido siempre la catarsis de la deportividad de la gama Clio. El primer Clio Sport, de 2001 rendía una potencia real de 169 CV para 1.035 kilos, y el restyling que llegó en 2005 hizo lo propio con 179 CV reales.

Al pequeño utilitario francés le sucedió la generación de 2006, y al que en 2007 llegó la versión Renault Sport con un nuevo aumento de potencia de hasta 197 CV para 1.315 kilos, al que al igual que su generación anterior también se vio reemplazada en 2009 por el restyling con una potencia de 201 CV. ¡¡Al cabo de dos generaciones la variante más deportiva del Clio ha ganado 280 kilos!! Y para lidiar con ello han tenido que aumentar la potencia 32 CV.

Y llegamos a la actual generación del Renault Clio (la cual acaba de recibir un restyling) que por primera vez en un RS baja su potencia con respecto a su predecesor en su modelo base (-1 CV), sin dejar de ofrecer una variante con 220 CV con el sobrenombre Trophy, de enfoque más radical. También hemos de celebrar la dieta a la que se ha visto sometido el Clio, ya que también por primera vez rebaja el peso con respecto a su antecesor, quedándose en 1.279 kilos.

¿Podemos considerar al Clio actual como un GTI de veras? Si comparamos la primera generación RS con la última, vemos cambios muy drásticos en la filosofía aplicada por Renault Sport. De un espartano y sensacional pequeño utilitario con un 2.0 atmosférico de 170 CV hemos pasado a un no tan sensacional y mucho más complicado Clio RS, que con su motor turboalimentado de 1,6 litros y 200 CV, carrocería de cinco puertas y la única opción de cambio automático de doble embrague ha complicado mucho lo que en principio debería ser un ligero, simple y divertido utilitario con la potencia justa como para poder pasártelo bien al volante, sin necesidad de gadgets como el R-Link.

 

Pero no la tomemos únicamente con el utilitario francés ya que es un simple reflejo de la categoría de los «GTI». Y lo cierto es que el Clio no es el ejemplo más exagerado que hemos podido tomar, ya que si subimos al segmento ‘B’ las cifras se antojan gordas en todos los sentidos, escojas el modelo que escojas.

Entonces, ¿qué debo buscar en un GTI?

¿De verdad hacen falta 200 CV para disfrutar conduciendo?

Basándonos en lo que te acabamos de contar, no hay una cifra de potencia cuál, ni un techo para considerar a un GTI como tal, y vamos a ponerte un ejemplo que en Planeta del Motor hemos vivido de primera mano.

Allá por octubre estábamos preparando los primeros análisis para nuestra sección de pruebas, y para una página con un enfoque tan pasional como la nuestra, el plantel no podía ser mejor: Ford Fiesta ST, Audi TT, MINI Cooper y Volkswagen Golf GTE, del que os ofreceremos la prueba pronto, de los otros tres ya tienes disponibles las pruebas pinchando sobre sus nombres.

Dejando al híbrido de lado, teníamos tres modelos con potencias muy diferenciadas y bien escaladas entre sí, con +/- 50 CV de diferencia entre modelos. El MINI Cooper rendía 136 CV para 1.220 kilos, el Fiesta ST 182 CV para 1.163 kilos y el Audi TT 230 CV para 1.410 kilos.

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Pues bien, al cabo del fin de semana, sin querer nos habíamos dado cuenta que el Audi TT, con sus 230 CV, en contadas ocasiones había podido sacar pecho y lucir su potencia con respecto al MINI y al Fiesta (eso sí, las pocas ocasiones en las que lo hizo no hubo color), y el MINI con sus 136 CV había sido capaz de lidiar con los otros dos contendientes de manera más que digna.

Entonces, contestando a la pregunta que encabeza esta parte del artículo, ¿de verdad hacen falta 200 CV para pasarlo bien en carreteras? La respuesta es NO. Ni 200, ni 180. Con un peso contenido y una potencia entre 130 y 150 CV  y no más de 1.200 kilos puedes pasártelo mucho mejor que con un Audi TT de 230 CV. Y eso que el Cooper ni siquiera es la versión deportiva de los MINI y la carrocería que probamos era la de cinco puertas, más pesada que la de tres puertas y con una estructura que favorece menos una conducción deportiva.

Vale, una vez tratada la relación potencia/peso, abordemos la cuestión del precio y el mantenimiento, ya que un GTI implica una doble cara. Además de un motor y una parte ciclo que transmitan sensaciones deportivas, también ha de tener practicidad y que sea relativamente barato de mantener. En definitiva, que no nos sangre el bolsillo cada vez que tengamos que repostar y que podamos llevar colegas en los asientos traseros en viernes por la noche o que a nuestra abuela no le cueste de más acceder a los asientos.

¿Dónde quedaron los auténticos GTI?

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Quedan pocos modelos que encarnen la esencia de aquellos GTI de antaño, de los 80, 90 y principios de 2.000. Aquellos Astra y Kadett GSi, Peugeot 205 GTI, Renault 5 GT Turbo, las distintas versiones del Ford Fiesta…

A esos modelos les bastaba con apenas un centenar de CV de potencia y muy poco peso para proporcionarte un feeling que ningún GTI de hoy día será capaz de brindarte. Los últimos letargos de auténticos GTI los teníamos a finales de los 90 y principios de los 2.000, como por ejemplo, Toyota con el Yaris Sport, y sus 105 CV para 950 kilos y Volkswagen con el Lupo GTI y sus 125 CV para 975 kilos. Coches con alma de los 80 en un formato de principios del Siglo XXI

Deberíamos empezar a buscar un término apropiado a todos estos «GTI» de  hoy día, para poner esa etiqueta a todos los compactos o utilitarios que con sus 200 y 300 CV y 1.500 kilos de peso podamos definir bien, ya que la de GTI les queda pequeña, no encaja con su filosofía. Los Focus RS, 308 GTi, Civic Type-R y demás, se han vuelto muy grandes, muy pesados y demasiado potentes como para considerarlos GTI. Podrán ser divertidos de conducir, pero no son asequibles ni baratos de mantener, simplemente perdieron la esencia.

Hay periodistas ingleses ya se atreve a usar el término hyper-hatch para los RS3, Focus RS, A45 AMG y compañía, ¿pero dónde colocamos a los Clio RS, Corsa OPC y demás pequeños cohetes de bolsillo?

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A día de hoy me atrevería a decir que sólo queda un GTI que es capaz de cumplir con todo lo que hemos hablado, y no es ni un Opel, ni Renault, ni Ford… Se trata del Suzuki Swift Sport. ¡El único utilitario deportivo con motor atmosférico a la venta! Toda una especie en extinción. Y el Swift, como auténtico GTI, tiene sólo unos pocos rivales y son sustancialmente más caros.

QPrueba_ADAM_S_43uedan pocas marcas que se ofrecen a diseñar coches que ocupan tan poca cuota de mercado. En Planeta del Motor te hemos ofrecido la prueba del Adam S, que con su corta batalla, dura suspensión y 150 CV hizo a Rafa pasar una muy buena semana a sus mandos, y aún tenemos pendiente probar a su rival más directo, el Abarth 595, que con 140 CV y poco más de mil kilos de peso promete buenas sensaciones, además, nos encanta la estética del italiano.

En esta franja de precios también es interesante el Fiesta ST, que con sus 180 CV sigue un poco la estela de los hot-hatch, pero por precio y sensaciones creemos que entra dentro de lo que un GTI debe ser, quedando como el techo de los pocos y auténticos GTI que quedan hoy día en el mercado.

Aún hay esperanzas

Sí, aunque el segmento de los auténticos GTI vaya en declive, hay unas pocas razones por las que tenemos puestas muchas esperanzas en las marcas. La misma Renault que hemos puesto antes de ejemplo, este mes nos ha dado una alegría con un Renault Twingo GT. Un utilitario del segmento ‘A’ con motor trasero de 0.9 litros y 110 CV, tracción trasera y aderezado por la división Renault Sport, ¿promete la cosa, no? Y aún esperamos un Volkswagen Up! GTI, que con el 1.0 TSI rindiendo 110 CV le haga el relevo espiritual a aquel fantástico Lupo GTI.

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Sobre el Autor

Álex González

Ya de chico todo el mundo sabía que de regalarme algo, tenía que ser relacionado con coches. Y unos veinte años más tarde la cosa no ha cambiado. Siempre a la última en actualidad del motor y las nuevas tecnologías que lo rodean.

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