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Comparamos las dos generaciones del Nissan Qashqai – ¿Es realmente mejor la nueva?

Publicábamos tiempo atrás la prueba del Nissan Qashqai 1.2 DIG-T Tekna que la marca nos cedió, un modelo que es líder de ventas en su segmento, tanto la actual segunda generación como la primera. Y por eso no podíamos dejar pasar la oportunidad de comparar frente a frente ambos modelos. Para ello contamos con una unidad que Guille, amigo de Planeta del Motor, amablemente nos permitió probar.

Sobre el papel

El Qashqai que se vende actualmente mide 4377 mm de largo, 1806 de ancho y 1590 de alto, con una batalla de 2646 milímetros. Esto significa una ganancia en longitud, anchura y distancia entre ejes (47, 26 y 16 mm, respectivamente) y una rebaja de 2,5 cm en altura respecto al modelo de 2010. En cuanto al maletero, el nuevo gana 30 litros de capacidad (430 frente a 400 del antiguo).

El motor probado en el Qashqai que nos permitió probar nuestro seguidor y amigo Guille es el 1.5 dCi de 110 CV, que vino a sustituir al de 106 CV, con tracción a las ruedas delanteras. Es un propulsor turboalimentado con bloque de 4 cilindros, 8 válvulas y 1461 cm³. La ficha técnica dice que entrega los 110 CV a 4000 rpm y el par motor máximo de 240 Nm a sólo 1750 vueltas. Alcanza 177 Km/h de velocidad máxima y completa, en teoría, el 0-100 Km/h en 12,4 segundos, aunque en la práctica se puede rebajar más de 1 segundo esa última marca.

A priori tenemos que el Nissan Qashqai actual es más grande y más amplio, algo más potente y pese a ello, el consumo es similar al 1.5 dCi de 2010. ¿Se corresponderá con la realidad?

«Nuestra» unidad, por su parte, equipa el 1.2 DIG-T del que ya os hablamos en la prueba: un motor de 116 CV a 4500 rpm y 190 Nm de par máximo a 2000 rpm. Hace el 0-100 Km/h en 10,6 segundos y alcanza los 185 Km/h de velocidad punta. Un motor que destaca por la suavidad de funcionamiento pero que se queda corto en lo que a prestaciones se refiere. Y aunque el consumo medio homologado es poco mayor que el del 1.5 dCi (5,8 l/100 Km frente a 5,2), más adelante veremos que la realidad es bien distinta.

Comparativa generaciones Nissan Qashqai_vista frontal

Estas son las hipótesis sobre el papel: el 1.5 dCi es menos potente pero tiene más par, consume algo menos que el 1.2 de gasolina y la actual generación es más grande, lo cual repercute en un maletero y mejor habitabilidad.

7 años son un mundo

La primera generación (con denominación interna J10) se presentó en 2007. Aunque el concepto del SUV no era nuevo (el precursor aquí fue el RAV-4 de Toyota ante de entrar en el nuevo milenio), resultó rompedora la propuesta que presentaba Nissan con el Qashqai: era, en esencia, un turismo con algo más de altura libre respecto al suelo. Y resultó ser un éxito: apenas cuatro años después de su lanzamiento se habían vendido ya un millón de unidades en todo el planeta y antes de lanzarse la segunda generación se consiguió la cifra de los 2 millones. El Qashqai supone el pilar que sustenta a la marca, pues él solito contabiliza más de la mitad de las ventas totales de Nissan y, en el último año fiscal, ocupó el 15% de cuota de mercado entre los crossover. Hasta junio, se habían vendido 12.579 unidades del Nissan Qashqai en 2016.

Y en 2014, siete años después de la salida al mercado del modelo, se presentaba la segunda generación. Y vaya si cambió…

Siete años no son nada en la historia del Universo, pero son un mundo en el terreno de la tecnología y en el del automóvil, sobre todo en los últimos años.

Comparativa generaciones Nissan Qashqai_salpicadero

Las diferencias de diseño entre el primer y el actual Qashqai son más que notorias: mientras que el más veterano luce un diseño japonés europeizado, la segunda generación está concebida, diseñada y desarrollada en Europa. Y se nota.

En el exterior diferenciamos claramente un diseño más musculoso, confiriendo un aspecto más dinámico, del actual Qashqai respecto del primero. Hay más aristas, pasos de rueda más voluminosos y unas proporciones más estilizadas. El Nissan Qashqai de segunda generación es más largo, más ancho y más bajo que su predecesor.

La parrilla y los faros delanteros tiene unos rasgos más afilados, pero mantienen la seña de identidad de la marca y comparten, por ejemplo, la línea en forma de U que rodea el emblema de Nissan en el frontal del coche.

La mayor calidad de materiales y mejores acabados del modelo actual son palpables desde el primer momento en que nos subimos al coche

Nos bajamos de nuestra unidad para subirnos en la anterior generación y el cambio en la percepción de calidad es instantáneo: mejores acabados, diseño infinitamente más atractivo y más amplitud en todas las cotas. También ayuda que nuestro Qashqai sea el acabado Tekna con asientos de piel, pantalla táctil de 8 pulgadas, techo panorámico… Pero aunque obviásemos eso, el interior del modelo actual seguiría ganando por goleada; en todos los sentidos. Porque, aunque las mayores dimensiones del nuevo no son muy significativas, la verdad es que la sensación en el interior es de mucha más amplitud que en el modelo antiguo.

Aún así, el Qashqai anterior goza de un interior con buenos materiales y ajustes, hasta el punto de que la unidad de Guille, con 6 años ahora y superando con holgura los cien mil kilómetros, y con uso habitual off-road en pistas de tierra, no sufre especialmente de ruidos parásitos o vibraciones provenientes del salpicadero o piezas del habitáculo.

Comparativa generaciones Nissan Qashqai_vista trasera

¿Cómo ha evolucionado la dinámica de conducción?

Tras bajarse del Nissan Qashqai J11 para subirse al J10 y poner inicio a la marcha, lo primero que inmediatamente se nota distinto es la dirección. La del primer Qashqai pesa mucho más. También es muy diferente el tacto del pedal del embrague, que si bien puede deberse al uso que se le ha dado estos años al coche, en el Qashqai J10 tiene un recorrido inmediatamente efectivo: tanto que, nada más levantar el pedal el coche emprende la marcha y las primeras veces es normal que se te cale, incluso siendo diésel. En el Qashqai actual el pedal del embrague es mucho más suave y tiene un recorrido mayor, y el pedal del freno tiene al principio algo de recorrido vago, inútil, pero a partir de ahí la frenada resulta fácilmente dosificable.

Hay un buen salto adelante en la segunda generación en cuanto a dinámica: es más ágil en curva a la vez que es más cómodo cubriendo largas distancias

La dirección -con asistencia eléctrica en ambos modelos- en el nuevo modelo tiene, a mi parecer, mejor tacto en cualquiera de sus modos (Normal y Sport) y mejor peso (aun en el más pesado Sport) aunque en modo Normal es algo menos directa que la del J10 (en la que no hay posibilidad de elegir entre distintos modos). En el antiguo pesa más y tiene un autocentrado que en curvas puede resultar incómodo en un coche de este tipo, pues obliga a emplear notoria fuerza para mantener la dirección lejos de su instinto natural de querer volver al punto central.

Comparativa generaciones Nissan Qashqai_movimiento

Vamos ahora al corazón de todo coche: su motor. Mientras que la unidad de prensa que probamos equiapaba el 1.2 DIG-T de 116 CV, el Qashqai que nos dejó probar nuestro amigo Guille montaba el 1.5 dCi de 110 CV. Aunque el diésel tiene una potencia ligeramente inferior, su par es un 26% mayor que el más moderno de gasolina y eso se nota sobre todo en las recuperaciones. Nos permite jugar menos con el cambio, y mientras que en el dCi podemos rodar por curvas rápidas sin bajar de 5ª, con el 1.2 DIG-T hay que reducir de marcha ante la más mínima pendiente o en cuanto pisamos el freno y reducimos velocidad.

En curvas, si bien el comportamiento de uno y otro es mejor del que cualquiera esperaría viendo sus dimensiones (sobre todo la altura), hay un gran salto adelante en la nueva generación: el actual J11 goza de mucha más rigidez y se percibe enseguida en tramos de curvas; también es más ágil: le cuesta menos entrar a los giros y lanzarse al vértice. A esto ayudan la rebaja de casi 70 kilos y una menor altura del nuevo respecto al modelo pretérito. El elaborado equilibrio de la suspensión del actual Nissan Qashqai es imposible de igualar por su predecesor y la comodidad por vías rápidas es muy superior al modelo de 2010.

¿Y el consumo de combustible? Antes dijimos que los consumos medios homologados de estas dos versiones eran similares (5,2 vs 5,8 l/100 Km) pero la realidad es otra: mientras el diésel se puede conformar con menos de 6 litros de media, no es raro que el 1.2 DIG-T se vaya hasta los 7,5 l/100 Km.

El tiempo le sentó bien al Nissan Qashqai

¿Ha mejorado en todo el actual Qashqai respecto al más antiguo? No en todo. El agarre lateral del respaldo de los asientos es bastante mayor en el modelo de primera generación y el pilar A, que si bien no es molesto cuando circulamos, resta mucha más visibilidad en el Qashqai más moderno.

Pero salvo algunos puntos concretos, sí: el actual modelo ha mejorado en prácticamente todo lo que ya de por sí era bueno. Se puede decir sobradamente que el tiempo le ha sentado bien al Nissan Qashqai y es que el moderno tiene un diseño más atractivo, tanto exterior como en la cabina, una mayor calidad de acabados y mejor comportamiento dinámico. Entre las dos motorizaciones comparadas, me quedo con el diésel del modelo de 2010: aunque no alcanza la suavidad del 1.2 gasolina, es realmente agradable en su uso para ser un propulsor de gasóleo, ofrece mejores recuperaciones y consume considerablemente menos.

Atando cabos, podríamos concluir que el mejor Qashqai es uno de segunda generación movido por una motorización diésel (1.5 dCi 110 CV o 1.6 de 130 CV en la gama actual). Sí, acabo de recomendar un diésel.

Comparativa generaciones Nissan Qashqai_cara a cara_

Sobre el Autor

Diego Gutiérrez

Aprendí a leer con los nombres de los coches que veía por la calle. A los 6 días de sacarme el carné, rompí un diésel atmosférico. Disfruto conduciendo cualquier cosa con motor y ruedas y en mis ratos libres estudio cosas ingenieriles.

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