Un sorprendente vÃdeo que hemos conocido por Car Throttle y que demuestra lo que es tener realmente un buen gaming setup o dicho de otro modo, «montárselo bien» para jugar. Un jugador ha conseguido mezclar en un solo vÃdeo la experiencia de jugar a Assetto Corsa con Oculus Rift y, como gran colofón, utilizando además un croma para fusionar la realidad y el videojuego. El resultado nos ha dejado boquiabiertos:
El vÃdeo tiene algo de truco, tal y como reconoce su creador. Lo que estamos viendo es cómo se verÃa el juego desde fuera; con el dispositivo Oculus Rift (Un novedoso casco de realidad virtual que sincroniza las imágenes con el movimiento de la cabeza) se verÃa el juego en 360º según giremos el cuello, pero no verÃamos nuestros brazos ni el volante real. Nuestra experiencia se basarÃa en que nuestros ojos pudiesen recorrer todo el videojuego y que éste además siguiese cualquier movimiento nuestro.
La magia del vÃdeo es el uso de un croma que vemos justo al principio del vÃdeo donde sà conseguimos que lo que proyecta el Oculus se fusione con los objetos que tiene delante, logrando asà el efecto de inmersión total que posee el vÃdeo. La pared verde que aparece reemplaza su color actual por la imagen que captura el Oculus, creando todo un escenario alrededor nuestra.
Ésta técnica se utiliza ampliamente en el cine para los escenarios y los efectos especiales, pero en el vÃdeo se usa para simular la cabina de un BMW Z4 GT3 en Assetto Corsa; podemos ver desde la perfecta inclusión del volante Fanatec con el salpicadero hasta cómo el jugador echa un trago de Coca-Cola para coger fuerzas antes de «la sesión».
Una vez apagadas las luces e iniciado todo, la inmersión es casi total. Todo el conjunto nos traslada a una sesión de clasificación en la que el jugador vive una intensa pelea contra un Audi R8 LMS. Digo «vivir» porque cada vez hay menos separación entre la experiencia real y la virtual (salvando las distancias, por supuesto).

Imaginaos esta escena alrededor vuestra en lugar de tenerla «simplemente» enfrente – Foto: Gustingorriz
Por desgracia este nivel de simulación tiene un elevado coste: El casco Oculus Rift, a pesar de seguir en fase de desarrollo, ya ronda los 600 €. Además, para poder recrear a un nivel tan exigente un videojuego sin pérdida de calidad, detalle y lo más importante, con la suficiente fluidez para evitar mareos mientras jugamos (estamos engañando a nuestra vista) nos hará falta una tarjeta gráfica que ronde otros 600 €, como la que usa el protagonista del vÃdeo. Y solo hemos mencionado dos de los componentes que formarÃan un PC preparado para realidad virtual… Si nos vamos a consolas solo sabemos que deberán llevar dispositivos auxiliares para lograr llegar al mÃnimo aceptable de calidad.
Esperemos que se produzcan en un futuro próximo versiones de precios más moderados, o siempre podemos olvidarnos de la Realidad Virtual para irnos a la realidad con un Trackday.
AgustÃn MartÃnez
Mecánico de camino a ser Ingeniero Mecánico. Amante de los coches desde la infancia; todo comenzó con un Citroën ZX y en algún momento seguirá con un Porsche 911. Otra gran afición que tengo son los videojuegos de conducción, por lo que también podéis verme escribiendo sobre ellos aquà o jugándolos como GustingorrizSorry no comment yet.